Anoche, como la gran mayoría de los domingos, me puse a ver el programa de Cuarto Milenio, esperando encontrar algun tema paranormal, del tipo ovni, fantasmas, etc., pero comenzaron a hablar sobre el azar, el destino, concretamente sobre la sincronicidad.
Definieron la sincronicidad como una serie de fenómenos que sucedían de forma acausal. Contaron un hecho que le sucedió al gran Anthony Hopkins, sobre el año 1970-1980, no recuerdo bien, en el que le presentaron el guión para que fuese el protagonista de una pelicula llamada, La mujer de Petrovka. Interesado con el guión, buscó por las librerias de Londres un ejemplar de la obra, para leerlo e introducirse más en su papel y para su sorpresa, no encontró ni un solo ejemplar en ninguna de las librerias. De vuelta a casa, en el tren, delante de donde él se encontraba, concretamente debajo del asiento, algo llamó su atención, lo cogió y para su sorpresa, era una especie de borrador de dicha obra. En uno de los ensayos, el director de la película le presentó al autor de La mujer de Petrovka, y charlando sobre ésta, el escritor le contó a Anthony Hopkins que él escribió la obra y el borrador se lo dejó a un amigo suyo y éste lo perdió...
Como buen Media-Videro, creo que mucha gente de aquí le habrá pasado algo similar a esto, algun cambio de decisión inesperado que llevó a una consecuencia distinta y que tras ello te preguntaste...¿Y esto por qué?.
Cuando vi este apartado en el programa, se me vino una situación rapidamente a la cabeza, y fué cuando un día del verano pasado, yo estaba guardando el coche en mi cochera (vivo en una casa), y normalmente, guardo el coche en la cochera y subo por las escaleras del interior de la casa (porque también tengo la puerta que da al patio, y para entrar a la casa, tendría que rodear), pero no sé por qué, ese día sali por la puerta del patio, y rodeando para entrar a mi casa, veo a mi perro en la piscina nadando contra el borde para intentar salir, casi sin fuerzas, y rapidamente me tiré a por él, sin pensar en el móvil, cartera, etc...
¿Qué hubiese pasado si en lugar de salir por la puerta del patio hubiese entrado por la puerta de dentro como suelo hacer? ¿Tal vez una vez dentro de mi casa me hubiese asomado a la terraza y hubiese visto el perro en la piscina y hubiese bajado, o simplemente mi pobre perro estaría ahogado?.
Mi perro es una de las cosas que más aprecio, y desde aquél día, cada vez que guardo el coche, ya sea de noche o de día, salgo por la puerta del patio...
Os animo a que conteis algun tipo de suceso similar, en la que una decisión inesperada...os cambió algo en la vida...
Un saludo!