¿Qué lección de vida has aprendido quizá demasiado tarde y nunca olvidarás?
Yo aprendí una gran lección bastante más tarde de lo que me hubiera gustado. Y es nunca, nunca mezclar familia y negocios o dinero. La gente no es lo que parece. Cuando hay dinero de por medio, son capaces de cosas que nunca hubieras imaginado. Y cuando se trata de seres queridos hay que evitarlo a toda costa si no se quieren pasar malos momentos.