Cómo se nos ha ido la cosa de las manos. Si no nos autoexplotamos, si no somos productivos, nosotros solos generamos un sentimiento de culpabilidad e inutilidad, entramos en un bucle depresivo, a veces llegando a autoeliminarnos. Nos han hecho creer que solo valemos en función del dinero que traemos a casa, y nos lo hemos creído hasta el fondo. Yo la primera.
Lo digo de primera mano, he estado en esta situación. Acabé mis estudios y de repente me di cuenta de que tocaba entrar en el mundo laboral... Pasaban los meses y con mi perfil de humanidades no me querían para nada. Por supuesto me importaba una mierda de qué trabajar, cualquier cosa me servía, pero el ver que ni si quiera para los trabajos más simples me cogían es algo muy dañino para la autoestima.
Era nini, no por gusto. Siempre he tenido una mínima exigencia propia, así que me puse a estudiar alemán gracias a un curso gratis para desempleados. Esto alivió parcialmente toda la presión que sentía, salí un poco del pozo de mierda depresivo al que había llegado. Pero en cuanto finalizaron los pocos meses que duraba el curso y volvía a la total inactividad... de vuelta a las mismas. Todo esto a pesar de hacer deporte, de seguir formándome, de intentar mejorarme en todos los aspectos posibles, siempre abierta a todas las posibilidades. No jugaba a videojuegos, no salía, no hacía cosas que yo consideraba eran "perder el tiempo", y estaba inmersa en un estrés constante... me sentía inútil, bloqueada. Incluso perjudicó mi relación de pareja porque yo estaba hundida y arrastraba a mi pareja al pozo, él no quería estar con una persona que se pega el día triste y agobiada, lo entiendo. A esto se suma esa incertidumbre, de hasta cuándo se prolongará la situación, y la preocupación, de que si no empiezas a trabajar pronto y no cotizas la cosa se pondrá peor en el futuro... siempre pensando en futuro y viéndolo todo muy negro. Era absolutamente infeliz.
Hasta que recientemente he encontrado trabajo, uno de mierda precario, pero al fin y al cabo trabajo, os puedo asegurar que ha sido la peor época de mi vida. No puedo decir que ahora sea feliz, pero se han esfumado de golpe todos esos pensamientos negativos. Y no estoy segura de si me gusta lo repentino y simple que ha sido el cambio.
Me siento totalmente identificada con los casos que se mencionan por este hilo. Llegué a tener ideas de suicidio, por esa sensación de fracaso, de no valer nada ni aportar nada al mundo, porque te rechazan en todas partes, porque más allá de nuestro valor económico parece que nuestra existencia es meramente una carga.
Poco a poco voy aprendiendo a disfrutar del presente, a no llenarme la cabeza de preocupaciones tan impuestas, con apenas 23 años, a no ver todo tan cerrado. Siempre hay una salida, pero es difícil verlo desde el pozo. Y sobre todo, cuesta, pero tenemos que aprender que somos más que una cifra.