El problema de España es que no existen políticas de control migratorio que ajusten la oferta nacional de empleo a la demanda laboral. Es algo absurdo tener 2.800.000 parados en España y seguir trayendo inmigrantes cuando lo que falta en España es empleo de calidad. Trayendo más inmigrantes solo aumenta la precariedad laboral, se favorece el dumping y bajan los salarios. Primero consigamos bajar el déficit público, dejemos de poner trabas a los empresarios para que así puedan crear empleo y cuando eso se consiga y hayamos conseguido remontar, entonces nos planteamos continuar con la política migratoria.
Hablan de que los españoles fuimos emigrantes. Si, lo fuimos, después de la guerra civil y en concreto después de la segunda guerra mundial, donde muchos de nuestros abuelos trabajaron en Alemania para ganarse un buen sueldo, pero había una diferencia importante y es que Alemania necesitaba trabajadores y además estaba ligada a un contrato laboral. Franco lo hizo muy bien cuando se rodeó de tecnócratas en el gobierno que impulsaron la economía a través de instituciones como el Instituto Nacional de Emigración.