Acabo de leer esto y creo que debemos hacer algo. Siento entre miedo y asco y no precisamente en Las Vegas.
Lecciones de política para internautas
Por: Delia Rodríguez
Si anoche saliste por ahí, viste la tele o sencillamente te fuiste pronto a dormir, te perdiste seguir en directo un culebrón que aún colea hoy y que se ha representado en Twitter y algunos blogs. Ciertos influyentes que se reunieron a finales del año pasado con el presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, denunciaron en sus blogs que se está intentando utilizar su nombre para sacar adelante una versión reformada de la Ley Sinde. Es decir, que alguien estaba buscando el titular "Los internautas acuerdan con la Academia una reforma de la Ley Sinde". Eso allanaría el trabajo para este lunes, cuando la ley pasará otra vez por el Senado tras ser rechazada en el Congreso el pasado día 21 de diciembre. Tras el fracaso con los otros grupos políticos, el PSOE está negociando estos días a contrareloj con el PP para sacarla adelante como sea en esta ocasión. Si no lo logran deberán desistir y plantear una reforma posterior posiblemente a través de una Ley de Propiedad Intelectual.
Sinde
En realidad, todo se trata de una lección magistral de política aplicada y de cómo se cocinan las leyes. En pocas ocasiones podemos ver los hilos con tanta claridad porque los implicados en las negociaciones en otros ámbitos no suelen debatir en directo y con transparencia los tejemanejes del poder. A cambio, el lío es considerable. Más o menos así lo he entendido yo:
El pasado día 30 de diciembre Álex de la Iglesia se reúne con un puñado de personas relevantes en la red para discutir sobre la Ley Sinde que había sido tumbada en el Congreso unos días antes. Es una reunión a la que acude también Pedro Pérez (presidente de los productores, FAPAE) y distintos perfiles por el lado "de internet": empresarios, gurús, usuarios menos conocidos, abogados, representantes del Partido Pirata o simplemente, gente con la que De la Iglesia ha conversado y conocido a través de Twitter, una red que ha utilizado para labrarse el respeto de los usuarios mostrando una actitud más dialogante que la de otras entidades que representan a los creadores. De la Iglesia insiste siempre en que se trata de una cita convocada por él a nivel personal, pero aunque todo el mundo sale contento de la civilizada reunión, tiene dos efectos secundarios: es magnificada por los medios que incluso llegan a twittearla en directo y reaviva el debate que nació en las negociaciones tras el 'Manifiesto' sobre quiénes son esos "internautas" y de dónde procede su representatividad. Ese debate sobre la legitimidad de los líderes de una comunidad tan amplia y caótica ha sido fundamental después.
Álex de la Iglesia queda impresionado tras la reunión por el abogado David Bravo, popularísimo en la red y uno de los responsables de que los casos contra webs de enlaces p2p hayan sido sobreseídos en España. Le escribe y le propone que le ayude a modificar la ley. Bravo, que siempre ha defendido la retirada completa de la ley, se niega por coherencia personal.
David Maeztu, abogado especializado en propiedad intelectual, decide recoger el guante que lanzó Álex de la Iglesia tras la reunión y echar un cable en la matización de la ley. Como explicaría después en su blog, él cree que la Ley Sinde es aberrante y que debería ser retirada, pero también está convencido de que va a salir adelante. Pasan las Navidades y apuesta por una estrategia de "control de daños". Escribe al presidente de la Academia: "le mandé un mensaje diciéndole que me creía capaz de proponer una alternativa para el caso de que se siguiese adelante con el propósito de aprobar la Ley tal y como estaba", explica. "Me reuní con él y me gustó. La leyó Pedro Pérez y le gustó", escribiría después De la Iglesia, que le pasa la propuesta a los políticos para que la tengan en cuenta en las negociaciones.
Llega la tarde del viernes. Maeztu decide informar de lo que está ocurriendo a tres personas: Ignacio Escolar (periodista, ex director de Público y autor del blog político español más visitado), Julio Alonso (empresario de internet y fundador de la principal red de blogs nacional, Weblogs SL) y Enrique Dans (popularísimo blogger y profesor del Instituto de Empresa). Maeztu propone una reunión al día siguiente para explicarles en profundidad una reforma que puede llegar a debatirse el lunes en el Senado y habla con Alonso y Dans. Les pide discreción porque "[La reunión] la hacía yo a título personal y en todo este tema no he querido sobreexponerme ni erigirme en representante de nadie más que de mis propias opiniones".
Escolar, Alonso y Dans hablan entre ellos y acuerdan no ir a la reunión. "Me empieza a dar mala espina. No estoy cómodo. Más tarde me cuenta que Javier de la Cueva no va. Me pongo más nervioso. Me cuenta que es [la reunión] en un despacho de abogados especializados en propiedad intelectual que defiende habitualmente las posturas de la industria. Me saltan todas la alarmas. Hablo por teléfono con Enrique y con Nacho. Nos suena a trampa", explicaría Alonso después en su blog. "Tiene todo el aspecto de ser una encerrona: ni acudimos a negociar (ya estaba todo negociado), ni se nos deja comentarlo (y aunque lo hayamos dicho ya mil y una veces, no somos representantes de nadie, ni mucho menos, “representantes de Internet”), ni somos quién para negociar un documento con cierta complejidad jurídica sin la adecuada asesoría", diría Dans.
Dans recibe una llamada de la Cadena Ser en la que se le pide declaraciones sobre “el acuerdo de mínimos que los internautas hemos hecho llegar a PP y PSOE sobre la Ley Sinde”. Lo mismo le ocurre a Alonso, a quien le dice el periodista que "los internautas que estuvieron en la reunión con Alex de la Iglesia han enviado a Rubalcaba y a Saez de Santamaría un documento de mínimos para que la Ley Sinde se apruebe”.
Dans y Alonso alucinan con la filtración y atan cabos: alguien les está intentando hacer la cama buscando titulares que afirmen que los internautas han llegado a un acuerdo sobre la ley Sinde. Publican sendos posts explicando la historia. "Estamos siendo víctimas de un burdo e impresentable intento de manipulación" -dice Dans- "los políticos quieren aparentar que [el documento] proviene “de los internautas”, presuntamente para evitar que se monte el lío en la red". "Ato cabos y me doy cuenta de que nuevamente hay en marcha un intento de manipulación. Alguien les ha contado el cuento de la negociación e intentan dividir o dar a entender que hay una ley acordada por ambas partes. Posiblemente David haya sido utilizado en todo esto, no lo sé", escribe Alonso.
Twitter empieza a arder con la discusión. Álex de la Iglesia da su opinión en un largo tweet: "no hay manipulaciones, ni secretos. Aquí nadie quiere maquillar la ley de economía sostenible", "ese texto sólo representa las conclusiones de David Maeztu, abogado, para solucionar un problema y acercar posturas". David Bravo escribe un post en su blog y Maeztu dos: uno en el que explica su versión de lo ocurrido (titulado elocuentemente Quién me mandará a mi...) y otro en el que hace público el texto. El debate sigue hasta la madrugada y a él se une por ejemplo, el fundador de Menéame Ricardo Galli desde una perspectiva jurídica. Hasta el director de informativos de la Ser da explicaciones en Twitter "recibimos una informacion e intentamos contrastarla", decía. La Ser no llegó a publicar nada.
Y así, hasta esta mañana, cuando muchos al despertar se han enterado de lo sucedido. Para entender la obsesión por la transparencia de los implicados y las acusaciones de manipulación hay que tener en cuenta dos precedentes, uno positivo y otro negativo. El bueno: la redacción y el apoyo al Manifiesto por los derechos de internet, surgido y consensuado por una amplia base de internautas a finales de 2009. El malo: el lío en el que se metieron media docena de influyentes cuando se filtró su reunión "secreta" con Leire Pajín, entonces Secretaria de Organización del PSOE en mayo de 2010. "Está bastante claro que la intención ha sido la de desacreditarnos a nosotros y de dividir el movimiento de oposición a la Ley Sinde", decía entonces Alonso. Escarmentados, desde entonces no quieren hacer nada sin luz ni taquígrafos.
El lunes veremos si PSOE y PP han llegado a un acuerdo, y si el texto de Maeztu es o no utilizado. Aunque en el fondo, seguro que la aprobación o no de la Ley Sinde no tiene nada que ver con un párrafo redactado de una forma u otra, sino con otras cuestiones como el canon o dejar el marrón solucionado para que no de problemas en las próximas legislaturas. Igual que cuando se rechazó en el Congreso no fue por los escrupulos de CIU a la ley, sino por las desmedidas peticiones de los nacionalistas que quisieron usarla como moneda de cambio para otras exigencias. Política, lo llaman. Con sus filtraciones a la prensa, llamadas intempestivas, negociaciones a última hora en fin de semana y sus divide y vencerás.
Link original: http://blogs.elpais.com/trending-topics/2011/01/politica-para-internautas.html
Para resumir, se usa una supuesta reunion en que se habría producido un consenso con los represtantes de los internautas y un acuerdo para sacar la Ley Sinde adelante. Ese acuerdo que no se ha producido, ni se producirá mientras la ley sea una medida censuradora mas propia de otros tiempos, pero la maquinaria política usará sus medios para convencernos de lo contrario.
La cuenta atrás ha comenzado, este Lunes 24 veremos a los 2 partidos mayoritarios celebrar su victoria sobre nosotros con un acuerdo en el que nada podemos hacer ya salvo seguir pataleando.
Hagamos algo o nos comen.