Nacida en una familia de clase media progresista en Oxford, Liz Truss, tras una juventud marcada por su pertenecia al partido liberal-demócrata donde llegó a defender posturas antimonárquicas, acabó recayendo en el partido conservador a los 21 años. Tras "chupar banquillo" durante 8 años en una circunscripción segura de los laboristas en el norte de Inglaterra, con Cameron consiguió pasar a las listas principales del partido y por fin la movieron a una circunscripción del sur que ha mantenido el color azul conservador desde los 60. Gracias a este salto a la primera división conservadora con Cameron empezó a ocupar puestos de gobierno; opositora al Brexit, no tardó en cambiarse de bando cuando el resultado del referéndum salió a la luz y considerar el Brexit una gran oportunidad económica para el país.
Pero fue en este año cuando, con 47 años, Liz vio su gran oportunidad. Tras la jugada de Rishi Sunak a Boris, muchos vieron al entonces Canciller de la Hacienda como alguien "poco de fiar", y la campaña de Rishi, con gran apoyo entre ciertas partes del establishment, se vio con desconfianza por parte de los sectores más conservadores. La antes anti-monárquica y anti-Brexit Liz, vio una oportunidad e intentó ganarse la confianza de ese sector con un discurso conservador y prometiendo el Brexit que muchos de estos conservadores soñaban: bajada generalizada de impuestos con tal de convertir a la isla británica en la potencia económica que este sector conservador creía que el Reino Unido sería una vez fuera de la Unión Europea.
Y, aunque está por ver si cumplirá alguna de sus otras promesas durante la campaña de liderazgo de su partido, está claro que estaba determinada a cumplir esta última. Esta semana, junto con su Canciller de la Hacienda el ultra-liberal Kwasi Kwarteng, intentaron dar el primer paso hacia lo que ellos mismos defendían en su libro "Britannia Unchained", la reducción del estado de bienestar a su mínima expresión. Para ello, publicaron un "mini-presupuesto" en el que se anunciaba un recorte de 45.000 millones de libras en los ingresos de las arcas públicas a través de impuestos.
Pues nada, todo solucionado, ¿no? Bajada de impuestos, más inversiones, un poco de auto-regulación de mercado por allí y por allá, y fiesta. Crisis solucionada. Lizzie salva el día.
Por desgracia nada más lejos de la realidad. Este anuncio se hizo sin ningún tipo de plan de cómo afrontar estos recortes, y sin el usual informe del OBR que suele acompañar a los presupuestos. El OBR es un organismo independiente del gobierno que se dedica a revisar los presupuestos para estudiar su viabilidad. Esta falta de previsión hizo que muchos inversores empezaran a dejar de confiar en el gobierno británico, bajada generalizada de la bolsa de Londres y caída de la libra frente al dólar.
Se calcula que, desde que Liz Truss llegó al poder, la bolsa londinense ha perdido más de 500 mil millones, y, lo que es incluso peor para el futuro de nuestra querida Liz, a día de hoy los Conservadores registran los peores resultados en las encuestas laborales vistos en una década casi, dando una holgada mayoría absoluta al laborista Starmer.
Este fin de semana se celebra en Birmingham la conferencia del partido Conservador, y ya varios Tories han empezado a pedir una nueva elección interna del partido. Escocia, Irlanda del Norte y Gales han pedido explicaciones a Kwarteng al ver sus economías afectadas por la pésima gestión y demandan soluciones para restablecer la confianza de los mercados.
Mientras, Liz ha comenzado a salir profusamente en los medios, admitiendo que ha habido un pequeño "bache" esta semana pero que pronto se verá solucionado y que su plan es a largo plazo. ¿Tendrá ese largo plazo? Esta mañana Liz ha hecho una ronda de entrevistas por las emisoras locales de la BBC, uno de los locutores le preguntó, ¿están las pensiones aseguradas en nuestro plan? Liz se atragantaba y balbuceaba al responder. ¿Tolerará la base votante pensionista de los Conservadores estos balbuceos? ¿Es Lizz Truss la peor PM que ha tenido UK?
Y lo que es más importante, ¿quién pensaba que poner a dos ultra-liberales al frente de un país arruinaría la economía de dicho país?
UPDATE(20/10/22): Liz Truss ha dimitido tras 44 días, convirtiéndose en la PM que menos ha durado en el cargo. Si juzgamos a un primer ministro por su capacidad de mantenerse en el cargo, entonces se confirma que es la peor PM que ha tenido el país.