#87 No iba a entrar en juicios de valor, pero vale: en una entrevista medio normal se preocupan por el entrevistado, y si el tío se ríe por nerviosismo (que cualquiera con un mínimo de empatía lo percibe), se corta y se vuelve a grabar.
Cuando se busca el sensacionalismo y violar analmente la ética periodística, se trocea sistemáticamente la entrevista, hacen que uno se repita con lo de mi A8 para que parezca un soplapollas, le ponen música inquietante, y a los otros los sacan en sus palabras más brillantes, con música de peli de llorar. Todos los sentimientos bien mascaditos para que los emocionalmente afuncionales no tengan que digerirlo, no sea que se encuentren con que, en el mundo real, la dicotomía bueno-malo es tan difusa, artificial y absurda que la extrema confusión les provoque un accidente cerebrovascular.
También va por #90, que si este taradocumental fuera una polla tú serías Heather Harmon.