Estaba yo yendo para el bar que voy siempre y me he sentado a tomar algo. Veo que en una mesa de al lado hay una chica monilla que no paraba de mirarme y al cabo de un rato, ni corto ni perezoso, me acerco a ella y le pregunto que qué tal está, que qué hace ahí, si es de aquí... lo típico vamos. Estamos un rato hablando y veo que ella se pone nerviosa y se levanta para ir a pagar.
Yo, que no soy mala persona y viendo que la chica se ha enojado, la sigo para pedirle perdón por si la he molestado o algo. Entonces me he resbalado y me he medio caído, con la mala suerte que lo primero que he pillado por acto reflejo para no caerme ha sido el brazo de la muchacha. La chica se ha puesto aún más nerviosa y ha empezado a llorar y a ponerse más nerviosa. Me levanto muy rápido para pedirle perdón y que se tranquilizara pero ha venido un camarero a pararme los pies porque se pensaba yo que sé que. Yo quería ir hacia la muchacha para excusarme pero el camarero no me dejaba pasar. Ahí ha sido cuando ha llegado un chico y me ha preguntado que quién era, yo le he preguntado quien era y me dice el novio de ella, y que si había algún problema. Me he callado porque me moría de la vergüenza por la situación de mi traspié y no he contestado. Veo que se pone a hablar con una clienta de por ahí y pienso que le ha contado lo que ha pasado, así que me he girado para irme. Entonces oigo que el chaval viene corriendo hacia mi y me empieza a ostiar loco furioso, me ha metido cuatro tortazos y cuando nos han separado me he ido cagando ostias no fuera que el chico volviera a calentarme el hocico.
Total, que aquí estoy en mi casa, ostiado a más no poder por culpa de un tropezón y un malentendido.
Va a llegar el día que un hombre no pueda tropezarse por la calle. Esto que te ha pasado a ti hoy es el pan de cada día de muchos hombres durante sus semanas. Algunos lo llevan mejor y otros peor.
Muchos lo banalizan y dicen que son unos lloricas y unos exagerados pero bueno, cuando vaya pasando a sus novios, hijos, etc. entonces abrirán los ojos, pero puede que sea tarde.
Anímate a ti mismo y pon una denuncia si puedes, aunque sé que a veces el cuerpo te pide dejarlo estar. Darle lo suyo esta noche y mañana piscina no es la solución.
Desde el punto de vista de cualquiera:
Te pones a hablar con una tía. La tía huye de tí. Tu la persigues. La agarras del brazo y la tiras al suelo
No hace falta ser el novio para pegarte unas ostias