Creo que las gordas siempre han sido tradicionalmente infravaloradas, injustamente. A mí me encantan las mujeres con carne, caderas anchas y buenas tetas, no esqueletos con tetas de goma. Obviamente no me atraen las que tienen obesidad mórbida, pero sí me pone a mil que estén rellenitas y con curvas.
Es más si lo piensas nuestros antepasados hacían estatuas de gordas porque sabían que la grasa era símbolo de fertilidad.