Va a ser un tema muy largo, así que intentaré ser conciso y no irme por las ramas. No sé en qué categoría se ajusta esto, espero que Hipnos no me lo cierre por contenido inadecuado.
Ayer llegué a la conclusión de que soy un fracasado, de que lo he sido durante mucho tiempo. Toda mi vida he luchado por objetivos que creía capaz de alcanzar, y una y otra vez me chocaba contra la realidad de que no era lo suficientemente bueno. Bajaba mis expectativas, volvía a empezar y, tarde o temprano, me encontraba ante un muro insalvable. Sabía que no era la manzana más brillante del árbol, pero intentaba destacar, superar a la media, tener algo que me hiciera sentir orgulloso en un futuro.
Ayer volví a fracasar, esta vez de manera definitiva.
Tengo 27 años, estoy soltero desde hace un mes y cada día tengo menos amigos. Me he pasado los últimos cuatro años sacando una carrera en la universidad, una carrera más asequible que las demás pero que realmente me gustaba y sentía que podía llenar mi vacío académico. Previamente había estado viviendo en Barcelona y estudiando allí, pero no fui capaz de aprovechar aquella oportunidad. Sin un ciclo ni reconocimiento estudiantil de ningún tipo, me embarcaba en la última aventura por hacer de mí mismo un hombre al que poder respetar.
Debido a mi capacidad natural para derrumbarme, el año pasado, tras pasarme meses en la biblioteca intentando vencer en el año más difícil, fracasé en los exámenes y tuve que quedarme un año más en la carrera. Me pasé el verano y buena parte del inicio universitario en la cama, tomando pastillas para una depresión no diagnosticada (porque ningún médico quiso concertarme cita) e intentando no dejarme llevar por el pesimismo y en pensamientos oscuros. Tenía una novia, algunos amigos y una familia disfuncional en la que algunos miembros realmente sumaban a mi vida, y por ellos me levanté. Tiré las pastillas que de nada me servían, me mentalicé para salir adelante y empecé una lucha contra el fracaso.
Teniendo 8 asignaturas, necesitaba aprobar 6 para poder seguir sin repetir un año. Así que desde abril, dos meses antes de los exámenes, me senté en la biblioteca y di todo lo que tenía en aprender aquellas asignaturas que tanto se me resistían. Cuando acabaron las clases fui mañana y tarde, solo o acompañado, al mismo cubículo a repetir la misma información para que a mi cerebro se le quedara grabada la información. Una y otra vez. Y otra. Y otra.
Llegaron los exámenes y aprobé algunos, mientras que otros tuve que posponerlos. Y no paré a excepción del día de mi cumpleaños. Con julio tan cerca, aceleré incluso más. Mi salud se resentía, mi ánimo se mantenía centrado en conseguir aprobar y todo lo que hacía era por ese objetivo. No vi como mi pareja, tras 6 años y medio, llevaba meses hastiada en una relación en la que no era feliz, con una persona a la que ya no amaba. No vi llegar su marcha, y tampoco pude llorar la pérdida, porque mi objetivo único era sacar adelante la carrera. Incluso con mi madre teniendo brotes psicóticos que me afectaban directamente, con mi padre presionando para que aprobara, pues la beca era la única solución para él, y con mi querida abuela creyendo en mí, en que lo lograría.
Llegó julio, y logré tener 4 asignaturas de 5 aprobadas. No estaba mal, y teniendo mi universidad exámenes en septiembre, era posible. Con dos semanas de descanso, a finales de julio volví a la biblioteca, con el objetivo en mente de aprobar dos míseras asignaturas, siendo una de ellas un verdadero monstruo para mí. Y mientras todos disfrutaban del verano, se divertían y vivían su vida, yo asumía que mi vida era aprobar esas asignaturas. Estuve solo, en una biblioteca que se llenaba paulatinamente conforme pasaban los días, mientras estudiaba como jamás había estudiado antes. Y no lo conseguí. Para no perder la costumbre, llegué al examen y todo lo que había estudiado con tanta fuerza desapareció. Bloqueo, nervios, desesperación, un examen no había ido bien, lo sabía.
Habiendo aprobado una de las dos asignaturas, hablé con el profesor para ver si había forma de que aquel maldito 2.2 del examen se convirtiera en 3, y así en 5, y poder terminar en un año. Su respuesta fue negativa. Incluso siendo sincero, relatándole cuánto me había esforzado en todas las asignaturas, no quiso saber nada de cambiar la nota. Y con ello, obligándome a cursar 6 años una carrera de 4 con un desembolso económico que prefiero no parar a calcular.
Estoy roto. Física, anímica, mental y personalmente. Nuevamente un fracaso, nuevamente vuelvo a caer incluso luchando. ¿De qué me sirvió luchar tan duro, estudiar tanto tiempo, aprobar aquellas asignaturas? De nada, porque había una meta a la que no he podido llegar. He entendido que en mí hay un límite, una marca que dice "hasta aquí llegas", y por mucho que luche, por mucho que trabaje, por mucho que quiera, no puedo superarla. Creía que tenía algo que aportar al mundo, que podía aspirar a ser algo más que un repartidor de hamburguesas o que un reponedor en la tienda del pueblo, pero veo que no es así. He vivido toda mi vida sugestionado por mí mismo, por la imagen de la persona que podía llegar a ser si me esforzaba. Me planto con 27 años con ningún logro ni destello de calidad, mientras que todos son felices con poco yo con nada me siento miserable. Soy como un vaso estallado al que siguen llenando de agua una y otra vez. Me rindo ante el mundo, ante la realidad, antes de que el vaso se estalle.
Voy a dejar la carrera, no puedo dejar más dinero en un lugar en el que no puedo triunfar, y no puedo seguir así. Buscaré algún trabajo, a alguien que me soporte y pasaré los días ganando el suficiente dinero como para que me entierren sin problemas.
rpv: hombre fracasa en todo lo que hace y se desahoga en un foro