Voy a explicar la metodología para ELIMINAR NUESTROS DEFECTOS PSICOLÓGICOS y, de esta manera, SEAMOS MÁS DUEÑOS DE NOSOTROS MISMOS: de nuestros pensamientos, de nuestras emociones, de nuestros actos, de nuestra sexualidad...
Es muy importante que en el día a día no nos dejemos llevar por nuestros “defectos psicológicos” o, también llamados, “egos” o "yoes": ira, pereza, miedo, orgullo, lujuria, gula, celos, avaricia, robo, impaciencia, fanatismo, odio, adicción al alcohol o a las drogas, etcétera.
El diario vivir (la oficina, la casa, ir a comprar al supermercado, estar con los hijos, con la pareja, los problemas que puedan surgir con los compañeros de la fábrica o de la universidad, etc.) es y puede ser un MARAVILLOSO GIMNASIO PSICOLÓGICO para auto-observarnos y así auto-conocernos y descubrir todos esos defectos o egos que se manifiestan.
La gran mayoría de las veces esos “egos” florecen o se manifiestan de forma muy “sutil”, son los llamados “detalles del ego”, por ejemplo:
• un instante de enojo porque nuestra pareja o nuestro compañero de trabajo o nuestro hijo no hizo lo que nosotros queríamos,
• o un instante de celos porque nuestra pareja saludaba a un compañero de trabajo,
• o unos momentos de impaciencia porque había atasco en la carretera,
• o unos segundos de morbosidad porque hemos visto una persona del sexo opuesto que vestía de forma “provocativa”,
• o un instante de gula que hizo que comiéramos o fumáramos o bebiéramos más de la cuenta).
A medida que vayamos eliminando esos “detalles del ego” en cada instante, en cada momento, irá floreciendo la antítesis: las virtudes de la Esencia.
Éstas, las virtudes de nuestra Esencia o Alma, normalmente no se pueden manifestar porque es el ego (los miles y miles de detalles de egos que tenemos) quien, desgraciadamente, tiene "encarcelada" en la Esencia y dirige y gobierna nuestra Vida. Cuando vamos eliminando los detalles del ego, se libera un pedacito de Esencia que estaba encarcelada en el interior de cada uno de los detalles del ego y, en consecuencia, se van manifestando las virtudes de la Esencia.
Por ejemplo:
• a medida que vayamos eliminando los detalles del ego del miedo, irá surgiendo la valentía,
• si vamos eliminando los de la pereza, irá surgiendo las ganas de trabajar, la disciplina, la voluntad,
• si son de gula, surgirá la moderación,
• si son los del robo, surgirá la honradez,
• si son de impaciencia, surgirá la paciencia,
• si son del enojo, surgirá la serenidad, la calma,
• si son del odio, irá manifestándose más y más el AMOR,
• si son de lujuria, se irá manifestando cada vez más la castidad (que no tiene nada que ver con el celibato); etcétera.
Aquí dejo un fragmento de un libro que para mí ha sido de utilidad para conocer y practicar la “Muerte del ego” y, de esta manera, poner más paz y serenidad en mi Vida y menos episodios de “emociones negativas”. Que haya más madurez, más AMOR, más paciencia. En definitiva… que sea más dueño de mi Vida y que Ella, mi Vida, esté manejada y gobernada por mi Esencia y no por mis egos ni por los egos de los demás.
Ello no se consigue “de la noche a la mañana”, pero si nos AUTO-OBSERVAMOS en todo momento, en todo instante y aplicamos la “MUERTE DEL EGO” justo en el momento que descubramos que surja un detalle del ego, que se manifiesta algo negativo en nuestro interior (pensamiento, sentimiento, morbosidad sexual), que hacemos algo que sabemos que está mal (criticar o burlarnos de otra persona en una conversación, beber alcohol en exceso, mover los brazos con actitud agresiva porque estamos discutiendo, guiñar el ojo a una persona del sexo opuesto porque es hermosa, coger algo que no nos pertenece, etc.), con perseverancia, segundo tras segundo, minuto tras minuto, hora tras hora y día tras día, empezarán a haber cambios en nosotros y, también, en nuestro alrededor (en nuestra Vida en definitiva). Y serán cambios a MEJOR.
Es lo que esotéricamente se dice: “Pulir el latón para que la Luz (la Esencia, sus virtudes) pueda brillar”.
Así como seamos “por dentro”, así será nuestra vida “externa”.
Se dice que “lo exterior es el reflejo de nuestro interior” y que “nuestro interior es un imán que atrae lo exterior”.
Si vamos puliéndonos por dentro, si vamos eliminando toda esa basura de miles y miles de detalles del ego que cargamos dentro, irá manifestándose más y más la Esencia, sus virtudes, y no sólo irá cambiando nuestra Vida sino que atraeremos situaciones y circunstancias más positivas: ya sea en casa con la pareja, con los hijos, con el resto de la familia, con los amigos, en el trabajo o en la universidad con los compañeros y con los que están por encima de nosotros y por debajo, etcétera.
Es y será una auténtica REGENERACIÓN Y REVOLUCIÓN INTERIOR.
"(…) Todo ser humano lleva dentro de sí una Chispa Divina que se llama Alma, Budhata o Esencia, en fin, tiene diferentes nombres; pero en realidad es una chispa divina que nos impulsa y nos da fuerza para emprender un trabajo espiritual, como el que les estoy enseñando. Esa Esencia o Alma está atrapada en todas nuestras maldades, defectos o yoes psicológicos que esotéricamente se le dice “Ego”; que son los que no la dejan manifestar con libertad porque son los que cogen la vocería y el mando de la persona.
Ya con el trabajo de la desintegración de los defectos va creciendo, se va fortaleciendo, va manifestándose con más claridad, con más fuerza. Se va convirtiendo en Alma. (…)
Hay que empezar a autoobservarnos para ver los miles y miles de detalles negativos que tenemos (…). Detalles negativos como los malos pensamientos, el odio, la envidia que siente uno contra otras personas, la ambición, cogerse monedas y cosas insignificantes, echar mentiras, decir palabras llenas de orgullo, la codicia; en fin, todas esas cosas que son negativas en el fondo, debe empezar uno a desintegrarlas seriamente.
Hay otra chispa divina dentro de nosotros que se llama la Madre Divina, cuya misión es desintegrar los defectos con una lanza que ella pasee. Por diminuto que sea el detalle debe pedirle a la MADRE DIVINA interna: “Madre mía, sácame este defecto y desintégralo con tu lanza”. Ella lo hará así porque ésa es su misión, ayudarnos en esa forma para irnos liberando. (…)
Lo que enseño aquí es para llevarlo a la práctica, a los hechos: donde vaya, esté trabajando o lo que esté haciendo, debe ponerle cuidado a la mente [=pensamientos], al corazón [=sentimientos] y al sexo [=morbosidad sexual]. Son los tres centros por donde se manifiesta todo defecto y cuando un elemento se está manifestando, sea por cualquiera de estos tres centros, en seguida viene la petición a la Madre Divina, para que ella proceda a desintegrarlo.
Con este trabajo que estoy señalando de la muerte del ego (…) se aprende a amar a la Humanidad. El que no trabaje con la desintegración de los defectos no (…) puede llegar nunca a sentir amor por los demás, porque no se ama a sí mismo. (…)"
( Fuente: Libro de distribución gratuita “Hercólubus o Planeta Rojo” del V.M.Rabolú, páginas 37 a la 41 )
Aquí dejo unas imágenes en relación al “ego” y la “muerte del ego”. En todas las culturas, ya sea de forma directa o indirecta, se ha manifestado y enseñado qué es el ego y cómo eliminarlo. Ya sea en el arte (escultura, pintura, por ejemplo representar el “ego” mediante un dragón o un toro o un demonio), la literatura (mitología, cuentos, leyendas, como por ejemplo la leyenda de “San Jorge y el dragón”), la filosofía (como el “Mito de la Caverna” de Platón) y la religión.
No es exclusividad de nada ni de nadie.