#88 Ni tanto ni tan calvo.
No me incomoda para nada hablar de sexo, aunque en cierto modo rehúya un poco de las coñas que para mí pasan la línea de lo vulgar. He empezado en este tema respondiendo a un comentario que llamaba flanders y reprimidos sexuales a los que les parecía que cosas como las de #1 no eran para escuchar en una cena de navidad, cuando es simplemente, lo más normal del mundo que te extrañe. Os guste o no, lo habitual es hacer coñas con los colegas y mantener un nivel más formal con la familia. ¿Que hay gente que lo haga? Pues vale, pero los demás no tienen por qué ser unos reprimidos o unos flanders.
Por mi parte, hablaré de sexo con mi familia como considero que debo hacerlo, de forma más confidencial, y las coñas de penes y vaginas las dejaré para mis amigos.