El gobierno aprobó una reducción de emisiones de Co2 para el campo la semana pasada que ha puesto en pie de guerra al sector
Los agricultores de los Países Bajos están en pie de guerra contra el gobierno y las políticas medioambientales de la Unión Europea. Este lunes 4 de julio miles de trabajadores del campo han convocado un paro nacional para denunciar las políticas de reducción de nitrógeno, de emisiones de Co2 propuestas por el gobierno que, según los agricultores afectan directamente y negativamente a su sector. El pasado 28 de junio, decenas de miles de agricultores se manifestaron en La Haya cuando la Cámara de Representantes de la nación votó propuestas para reducir las emisiones de Co2.
Los agricultores holandeses han hecho un llamamiento para conducir lentamente en las principales carreteras del país como parte de las protestas y con el objetivo de bloquear las entradas a la capital. La semana pasada los agricultores prendieron fuego a fardos de heno junto a las principales carreteras lo que provocó el corte de varias carreteras y autopistas.
El gobierno holandés, como el resto de gobiernos de la UE y siguiendo las instrucciones de Bruselas aseguran que "la transición energética es inevitable". La semana pasada, el ejecutivo ordenó reducciones en las emisiones de Co2 de entre un 70% y un 90% dependiendo de las áreas geográficas, lo que está afectando directamente a la rentabilidad de las explotaciones agrícolas, pero también a la construcción de nuevas viviendas.
Los agricultores y ganaderos holandeses consideran que las políticas de bajas emisiones y de transición energética les están arruinando. Según dicen se han disparado los precios energéticos, de los fertilizantes y de las semillas. Aseguran que los precios de sus materiales ya habían comenzado a subir como consecuencia de las políticas de la Unión Europea y antes de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y consideran que los burócratas de la Unión Europea no tiene en cuenta sus posiciones ni su gobierno tampoco.