Theresa May, ministra de interior del Reino Unido, ha hecho hoy unas polémicas declaraciones. Según la ministra, sólo aquellos inmigrantes de la Unión Europea con trabajo o perspectivas claras de empleo deberían ser admitidos en el país.
A pesar de que el primer ministro Cameron se comprometió a reducir las cifras de inmigración, los números de la oficina nacional de estadísticas del país muestran que el balance migratorio neto anual del año pasado alcanzó la cifra récord de 330.000 inmigrantes, 10.000 más que el número más alto anterior alcanzado en 2005.
Para Theresa May, en palabras al diario británico The Sunday Times, el principal motivo que impide al gobierno alcanzar sus objetivos en política migratoria es la inmigración proveniente de la Unión Europea. Para la ministra el libre movimiento de personas dentro de la Unión Europea debería significar libertad para moverse trabajando, no buscando trabajo.
Recordemos que el número de españoles en el Reino Unido se ha multiplicado en el último año, según cálculos de el diario El Mundo de menos de 60.000 españoles registrados como residentes en el Reino Unido en 2009, la cifra saltó a más de 73.000 en 2012 y algunas estimaciones calculan en más de 150.000 los españoles que residen en el país británico, dado que una gran mayoría no se registra. Una gran mayoría de españoles llegan al Reino Unido sin trabajo alguno en busca de oportunidades que no pueden encontrar en su país de origen, todos ellos verían vetada su entrada en este país de llevarse a cabo el plan de Theresa May.
Sin embargo varias son las voces que claman que las cifras muestran que este incremento migratorio está siendo positivo para la economía del país, y los empresarios claman que si se restringe la inmigración dentro de la Unión Europea a aquellos que tengan ya un contrato de trabajo tendría un impacto negativo en aquellas pequeñas y medianas empresas sin capacidad para contratar o anunciar sus ofertas fuera del país. Incluso la NHS, la seguridad social inglesa, buque insignia de la sanidad en el Reino Unido, se vería en serios problemas de aplicarse esta medida, pues una gran parte de su personal cualificado como enfermeras proviene de otros países.
¿Debería el Reino Unido sacrificar la marcha de su economía con tal de cumplir una promesa electoral con claros tintes populistas? Lo que es obvio es que, de cumplirse, muchos serán los españoles que verán truncados sus planes de buscar un futuro mejor en el Reino Unido.
Fuente: The Guardian