Este post es la traducción al castellano de ESTE artículo (no inserto bien el hipervínculo sorry si algún mod es tan amable de editármelo y borrarme este paréntesis thx) http://www.trauma-and-prostitution.eu/en/2016/11/02/the-german-model-is-producing-hell-on-earth/#_edn12 de la página alemana http://www.trauma-and-prostitution.eu y está basado en una charla que dio la Doctora alemana Igeborg Kraus sobre el modelo alemán, que legalizó la prostitución en el año 2002.
[…]
La prostitución ha sido siempre legal en Alemania, excepto durante un corto período de tiempo a principios del siglo XX. [1]
Alemania aprobó una ley en 2002 que pretendía convertir la prostitución en un trabajo como otro cualquiera. Los políticos pensaron que el problema no era la prostitución en sí misma sino la discriminación que sufrían las mujeres prostitutas por parte de la sociedad y la falta de derechos que tenían.
Considerando el problema desde esta perspectiva, quisieron fortalecer a las mujeres tanto como fuera posible. Estipularon que la prostitución no debía ser vista más como algo “en contra de la buena moral” sino como un trabajo. Desde ese momento, las mujeres fueron consideradas trabajadoras; “trabajadoras del sexo”. Y al ser trabajadoras, debían tener los mismos derechos que cualquier otro trabajador que tiene su propio negocio o que es contratado en alguna empresa; como tener seguridad social o la posibilidad de emprender acciones legales si sus derechos no son respetados.
El estado no quiso imponer ninguna regulación a las prácticas sexuales, argumentando que nadie puede estipular cómo se deben mantener relaciones sexuales.
Al ser un negocio, también está permitido hacer publicidad, así que la ley eliminó las restricciones a la promoción de la prostitución.
Se prohibió el proxenetismo.
15 años después de aprobar la ley, estos son los resultados:
Estamos ante la industrialización de la prostitución:
El beneficio total es de 14.6 billones de euros con 3500 burdeles registrados [2]. Estos son los números oficiales. Hay muchos burdeles en apartamentos que no están registrados oficialmente y por tanto no se reflejan en estas cifras.
La creación de mega-burdeles con capacidad para acomodar a 1000 (e incluso más) compradores de sexo a la vez [3].
El crecimiento de la demanda: Hace 15 años se estimaba que había 400.000 mujeres en la prostitución. Hoy muchos oficiales de policía dicen que el número se ha incrementado en al menos un 30%
Ya no es necesario ir a Tailandia en busca de turismo sexual, se pueden ver turistas de todo el mundo llegando en grupos a Alemania —Son trasladados en autobuses desde el aeropuerto de Fráncfort directamente a los mega-burdeles.
“Nuevas chicas en el burdel Caligula en Berlín. Oferta de ‘Sexo absolutamente salvaje’: 20min = 20€”
Tenemos Burdeles con “tarifa plana”: por 70€ se ofrece a los clientes una cerveza, una salchicha y mujeres ilimitadas.
Una cadena de estos burdeles con tarifa plana llamada “Pussy Club” llegó a los titulares de los periódicos cuando, en su inauguración en Junio de 2009, 1.700 hombres hicieron cola para acceder al lugar. Las largas colas en las puertas de las habitaciones de las prostitutas se prolongaron hasta la hora del cierre, con muchas de ellas desmayadas de cansancio, dolor, heridas e infecciones, incluyendo dolorosos sarpullidos e infecciones de hongos que se extendían por sus piernas desde sus genitales [4].
También se observa una reducción en la cantidad media que se les paga a las mujeres prostitutas: 30€ por coito. Mientras, ellas tienen que pagar 160€ por una habitación y 25€ de impuestos al día. Es decir, tienen que prestar servicio a 6 hombres antes de empezar a ganar dinero. En las calles esta tarifa media se reduce hasta empezar desde los 5 euros.
A su vez, las condiciones de trabajo han devenido en desastrosas.
Se han creado las “Verrichtungsboxen”, que quiere decir “cosas que se hacen en una caseta”, y son como las casetas del ganado, sin agua, lavabos ni nada por el estilo.
O burdeles en garajes:
Estamos viendo una banalización de la prostitución:
-Hay publicidad en todas partes, incluso la guía turística oficial de Múnich ofrece promociones en distintos burdeles.
-Se reclutan mujeres en la calle para trabajar de “acompañantes femeninas”.
-Es común que la gente joven celebre su graduación en un burdel.
-Se ofrece un tour guiado por los burdeles de la ciudad de Berlín a los estudiantes recién llegados.
Esta imagen se tomó hace dos semanas en Fráncfort. Es un evento de puertas abiertas en el barrio rojo. Incluso siendo de sobra sabido que el barrio rojo es dominio de los Ángeles del Infierno, una conocida organización criminal, la gente de la ciudad se desplazó hasta allí para disfrutar del evento [5].
La violencia contra las mujeres se ha convertido en violencia estructural, lo que significa que la sociedad y las instituciones (políticas, educativas o judiciales) han dejado de cuestionarla. Está internalizada.
Esta imagen la tomé en mi ciudad, también hace dos semanas. Es una tienda de ropa convencional, cuyos dueños han tenido la idea de publicitarla de esta manera. La prostitución afecta a todo el mundo, no sólo a las mujeres que la ejercen.
El objetivo de la ley, que supuestamente está protegiendo y apoyando a las mujeres prostitutas, ha fracasado estrepitosamente — de estas 400.000 mujeres, sólo 44 están registradas como autónomas [6].
Más de la mitad de las prostitutas trabajan de manera ilegal, lo que quiere decir que no tienen ni derechos sociales, ni seguridad social ni por tanto acceso a los servicios médicos alemanes. Así que si tienen la gripe, no tienen la posibilidad de ir al médico. Hay un grave problema con las mujeres embarazadas que no pueden permitirse pagar un aborto o un parto en un hospital y muy a menudo lo que hacen es abandonar a sus bebés [7].
Los propios inspectores de policía expresan la impotencia que sienten. Manfred Paulus, un inspector criminalista que ha trabajado muchos años en el campo de la prostitución, dice que con esta ley, Alemania se ha convertido en una especie de Eldorado para los traficantes de personas, los proxenetas y los propietarios de burdeles. [8] Las mujeres que vienen del extranjero y trabajan en el barrio rojo no llegan a conocer la Alemania que los alemanes conocen y aprecian, no. Son prisioneras de una sociedad paralela que es altamente criminal [9].
Estas mujeres viven en un miedo constante: miedo a los clientes violentos, miedo a no ganar lo suficiente para pagar los gastos fijos diarios, miedo a ponerse enfermas, miedo a quedarse embarazadas, miedo a la policía, miedo a los chulos, miedo a los proxenetas, miedo a la competencia…
La ley de 2002 no ha ayudado en absoluto a prevenir el tráfico de mujeres:
En 2000 hubo 151 personas condenadas por tráfico de personas; en 2011 sólo 32.
La policía registró 636 casos de mujeres traficadas en 2011, 3 veces menos que 10 años antes. 13 de ellas eran niñas menores de 14 años y 77 eran niñas menores de 18 [10].
La policía se queja del poco poder que tienen para intervenir, porque sin pruebas fehacientes no pueden entrar en los burdeles. Asimismo, los procedimientos legales dependen de las declaraciones de las mujeres esclavizadas y en muchas ocasiones éstas tienen demasiado miedo para testificar, lo que acaba paralizando los procesos [11].
La ley que prohibe el proxenetismo ha sido fácil de esquivar: los proxenetas se han convertido en empresarios hoteleros que alquilan habitaciones a las trabajadoras sexuales.
Se estima que, cada día, 1.2 millones de hombres compran sexo en Alemania. El 18% de los ciudadanos alemanes son consumidores regulares de prostitución y el 80% de ellos han estado alguna vez en un burdel [12].
Se está viendo como crece la perversión entre los hombres compradores de sexo. Las prácticas son cada vez más peligrosas, dándose así un incremento de la violencia contra las mujeres bajo una falta total de protección. A este respecto, se han llevado a cabo una serie de estudios que analizan la violencia en la prostitución:
-El estudio de Zumbek de 2001 en Alemania [previo a la ley] que determinó que el 70% de las prostitutas habían sido agredidas físicamente [13].
-Un estudio realizado por el Ministerio Alemán de la Familia en 2004 concluyó que el 82% de las prostitutas han mencionado haber sufrido violencia psicológica y el 92% han sido agredidas sexualmente.
Solamente teniendo en cuenta estas cifras, ya es difícil decir que la prostitución es un trabajo como otro cualquiera. Y este estudio es de hace más de 10 años — las cosas han empeorado mucho en Alemania.
Esto es lo que la dominatrix Ellen Templin ya había observado en 2007: “Desde la reforma, se puede ver que no sólo los anuncios se han desinhibido, los compradores de sexo se han vuelto más brutales. De un día para otro. Hoy en día si dices “No, yo no hago eso”, muy a menudo te responden “Venga, no seas tan difícil, que es tu trabajo.”
Antes estaba prohibido solicitar sexo sin protección. Hoy los clientes preguntan por teléfono si se pueden hacer pis en tu cara, si pueden hacerlo sin protección, queriendo sexo anal u oral. En la actualidad todo es una ocurrencia diaria. Antes los clientes tenían por lo menos un poco de sentimiento de culpa. Eso ya no existe hoy en día, sólo quieren más y más.” [15]
Hay incluso un “menú” circulando por internet, en el que los clientes pueden elegir lo que quieran de una larga lista “a la carta”. [16]
Aportaré sólo unos cuantos de ejemplos:
AF = Algierfranzösisch (Zungenanal) – Anal con la lengua
AFF = […] – Penetración anal con puño
AO = […] – Todo sin preservativo
Braun-weiß = […] – Jugar con heces y esperma
DP = […] – Penetración doble o sexo con dos mujeres
EL = […] – Lamer los testículos
FFT = […] – Penetración completa con puño
FT = […] – Sexo oral sin preservativo y tragando el esperma
GB = […] – Sexo en grupo (varios hombres) con eyaculación en la cara de la prostituta
GS = […] – Sexo en grupo
Kvp = […] – Defecar sobre la prostituta
SW = […] – Una mujer entre dos hombres
tbl, = […] – Sin tabúes, todo está permitido
ZA = […] – Lamer el ano
Existen sitios web en internet en los que los compradores de sexo comparten sus experiencias. En ellos se pueden leer cosas como esta: “Le abrí las nalgas, le clavé la polla y se quejó en silencio. Cuando estaba a punto de terminar, empotrándola más y más violentamente, quiso que parara y la follara por el coño. Pero yo no quería. ¡Lo siento, Vanessa! Después de varias embestidas más fuertes disparé mi munición y se la volví a clavar profundamente.” [17]
Los compradores de sexo quieren distracción. Llaman a las mujeres ‘Frischfleisch”, que significa carne fresca. Más de la mitad de las mujeres prostituidas no tienen una residencia fija, sino que son trasladadas de una ciudad a otra, llegando a veces a no saber dónde están. Estas mujeres viven en los burdeles y comen y duermen en la misma habitación en la que prestan sus servicios a los hombres que compran sexo.
Duermen aproximadamente 5 horas al día y el resto del tiempo tienen que estar preparadas para los clientes.
Esta imagen es de un anuncio que promociona nuevas chicas:
“Promoción: Nuevas chicas desde 40€”
En un informe médico recientemente elaborado por el ginecólogo Wolfgang Heide, que trabaja con mujeres prostituidas, se muestra que las condiciones de salud de estas mujeres es catastrófica: Con 30 años muchas han envejecido de manera prematura, todas ellas tienen dolores abdominales permanentes, gastritis e infecciones frecuentes —debido también a las condiciones insalubres en las que viven— y por supuesto todo tipo de enfermedades de transmisión sexual. El trauma psicológico lo alivian con alcohol y fármacos.
“El miércoles estamos organizando una fiesta ‘gang-bang’ (sexo grupal de varios hombres con una mujer) con Tina, de 19 años, embarazada de 6 meses… cuesta 35€.”
Este médico también denuncia el incremento en la demanda de mujeres embarazadas para ejercer la prostitución. Estas mujeres tienen que dar servicio a entre 15 y 40 hombres diariamente y de manera continuada hasta que dan a luz. Muy frecuentemente acaban abandonando al bebé, volviendo al trabajo tan pronto como les es posible, lo que en ocasiones es 3 días después de dar a luz. Estas prácticas son del todo irresponsables para la salud tanto de la madre como del bebé, pudiendo provocar daños irreparables en el feto. Además es bien sabido que se necesita tiempo después de dar a luz para poder retomar las relaciones sexuales con penetración sin experimentar dolor [18].
En estas condiciones, ninguna mujer alemana se ve capaz de hacer este tipo de “trabajo”. Es por eso que el tipo de mujer en la prostitución ha cambiado. Con la apertura de Europa hacia el este, las mujeres vienen de sus regiones más pobres (Rumanía, Bulgaria…) y muy a menudo provienen de las minorías que viven en la más extrema pobreza. En la actualidad, al rededor del 95% de las mujeres prostituidas vienen de otros países. Se ha convertido en la prostitución de la pobreza [19].
Sabine Constabel, una trabajadora social que lleva trabajando más de 20 años en Stuttgart con mujeres prostituidas, afirma que “el 30% de estas mujeres son jóvenes menores de 21 años que, en muchas ocasiones, son sacrificadas por sus propias familias para tener un apoyo económico. La mayoría de ellas no hablan alemán y algunas incluso son analfabetas. Además, hay muchas que llegan sin haber tenido nunca antes relaciones sexuales de ningún tipo. Estas jóvenes llegan a Alemania y son sometidas a los deseos perversos de estos hombres compradores de sexo. No pueden decir “no” ni defenderse, no son capaces. Están completamente anuladas por su situación y absolutamente traumatizadas. Muchas de ellas piden drogas psicotrópicas inmediatamente después de su primera experiencia, dicen que de no tomarlas no podrían sobrevivir. Algunas mujeres, tras sólo un par de días siendo prostituidas aseguran que es como si hubieran muerto; ya no son capaces de reír. Otras lo aguantan durante años para poder mantener a sus hijos. Estas mujeres están muy traumatizadas; desarrollan depresión, sufren pesadillas y problemas físicos; lo somatizan todo, tienen dolores de estómago, enferman y sufren. Pierden las esperanzas, no quieren hacer este horrible trabajo.” [20]
Desde la Organización Mundial de la Salud me han pedido que hable en la conferencia que se celebrará en Dublín [21] el año que viene, abordando el tema de las condiciones de salud mental de las mujeres prostituidas en Alemania. ¿Qué puedo decir? ¿Cuáles son las condiciones de salud mental de una mujer que ha sido reducida a un trozo de carne? Están completamente destruidas. Una mujer que trabaja en un programa de ayuda para que las mujeres prostituidas salgan de la prostitución, me contó que hay muy pocas mujeres tratando de salir de ella. Permanecen hasta que se rompen físicamente. Es sólo cuestión de tiempo. Yo me pregunto ¿Por qué sucede esto? La respuesta es porque han perdido su voluntad. Ya no son personas con una identidad y un futuro que puedan imaginar para sí mismas. Estamos hablando de una traumatización muy compleja.
El modelo alemán está generando el infierno en la tierra. Las vidas y los derechos de estas mujeres son sacrificados, pero ¿por qué? ¿se dedican a defender nuestra democracia? ¿acaso protegen nuestra tierra de invasiones o del terrorismo? No, estas mujeres están siendo sacrificadas para que algunos hombres puedan tener sexo cuando quieran y con quien quieran. Y este es el problema. Hay que centrarse en el comprador de sexo.
El comprador de sexo surge de una construcción social, no es su destino. Las cifras al rededor de todo el mundo lo prueban: en Inglaterra hay un 7% de hombres que compran sexo regularmente. En España son el 39%, el 37% en Japón, el 73% en Tailandia… [22] Es el resultado de una educación desigual entre los géneros. La prostitución no resuelve los problemas de los hombres, por el contrario, aumenta sus miedos a la hora de iniciar una relación igualitaria con una mujer. [23]
Cuando hablamos de prostitución, tenemos que pensar qué tipo de sociedad queremos, no sólo en una reducción de los daños que causa. Necesitamos una nueva generación de hombres que no recurran a la explotación sexual y la dominación de mujeres para intentar realizarse. Es falaz el argumento de que la sexualidad masculina es incontrolable. Los hombres tienen que aprender otras maneras de lidiar con sus frustraciones. [24]
Normalizar la prostitución significa cementar la desigualdad entre hombres y mujeres y aceptar la violencia contra las mujeres. Y esto nos preocupa a todos, hombres y mujeres. Es la razón por la que, también Alemania, necesita el modelo sueco.
¡Muchas gracias!
Dr. Ingeborg Kraus
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Lamentable. Las estadísticas de puteros me resultan escalofriantes. En suecia pasaron por este modelo y en cambio el actual se dice es un referente, estoy informándome al respecto. Os animo a leer sobre el tema y sobretodo, especialmente a los hombres, a que seais conscientes de todo lo que este mundo implica y a la estructura de dolor, sufrimiento y enfermedad que se apoya al hacer uso del mismo... me ha parecido muy interesante el artículo y por eso lo comparto. Espero genere reflexión, saludos.
PD: Pongo la categoría política debido a que gira entorno a la legislación sobre el tema y su estructuración social en alemania.