Llevo 1 año y medio con mi pareja y la verdad es que la relación lleva jodida desde hará aproximadamente 10 meses o así. Al principio, todo maravilloso, una persona encantadora, atenta, cariñosa, que tenía volcada su atención en mí y todas esas cosas bonitas que pasan en el mundo color de rosa que es el enchochamiento puro y duro.
A los 3 o 4 meses, me empezó a insistir en que vistiera de otra manera, basado en una imagen que tiene él en la cabeza de mí que se hizo desde antes de empezar a ser pareja. Me imagina como las muchachas que siempre van maquilladas, perfectas, con trajes pegados y cortos, con tacones, etc. Y yo no soy así para nada, cosa que él ha podido ver en el día a día. Tuvimos varias "discusiones" por eso, ya que yo soy como soy y tampoco considero que vista mal.
Al tiempo planeamos irnos un fin de semana a un apartamento. La idea le gustaba, decía que queria ir, pero de lo que me dí cuenta era que si yo no me movía para buscar apartamento, vuelos/barco, entradas a sitios, etc, pues no iríamos ni de coña. Pensé que estaría liado o qué se yo, pero como minimo ya se me cruzó por la mente la idea de "si te interesa, al menos muévete y ayuda a que se haga realidad". En fin, después de currármelo yo, fuimos al susodicho apartamento. Y ahí es donde empiezo a ver comportamientos que no me cuadran demasiado, en relación a lo que había estado viendo y viviendo hasta ese momento. Por ejemplo, le molestaba que tuviéramos que hacernos la comida/ir a comprar algo de comer. No ayudaba a cocinar, tenía que hacerlo yo e insistirle que me ayudara porque si no, él se ponía con el móvil o a ver la tv. Cualquier cosa que implicara un esfuerzo, todo eran quejas por su parte para librarse de hacerlo, lo cual a mí me hacía quedar como una pesada al insistirle, porque no me parecía justo que todo recayera sobre mí. Otra cosa rara es que estábamos en un sitio que no conocíamos, turístico, en veranito, que invita a salir por la tarde/noche, tomar algo, etc. Él prefirió quedarse en el apartamento viendo el fútbol, así que tuve que adaptarme, a pesar de que intenté hacerle ver que podríamos aprovechar el momento y el lugar en el que nos encontrábamos.
Al mes siguiente cogimos las vacaciones grandes y nos fuimos una semana a otra isla. Ésta vez se volvió a repetir lo de buscar barco, apartamento, etc, que obviamente hice yo también. Al llegar al apartamento, lo mismo. No quería poner de su parte para nada. Estábamos al lado de unas playas muy chulas y no quiso ir ni una sola vez, con lo cual nos pegábamos la mayor parte del día encerrados en el apartamento, como mucho saldríamos 2 veces a la piscina y ya. Es cierto que hicimos una excursión a un islote y un tour con unos buggies por senderos de tierra, pero por lo demás muy aburrido y monótono. No salimos a visitar sitios de la isla ni nada y eso que llevaba mi propio coche para poder moverme con libertad. Total, que a medida que iban pasando los días me iba cogiendo el empute padre porque para no ir a la playa ni visitar sitios nuevos, estar encerrada en un apartamento y haberme gastado la pasta que me gasté, me hubiese quedado en mi isla y si me apuran, hasta en mi casa. El último día de viaje estallé y le hice ver que en el viaje siempre se hizo lo que él quiso, que era estar en el apartamento y que a pesar de haberle insistido yo para ir a sitios, no quiso ir y que por tanto, por mi parte yo no había podido disfrutar de las vacaciones como quería. Ésto originó nuestra primera pelea seria y terminamos el viaje de manera bastante amarga.
A partir de ahí él empezó a distanciarse de mí, no quería estar en actitud cariñosa y/o íntima y le dije que le notaba raro, que me dijera qué le pasaba, cosa que no me dijo hasta meses después. Estuvo un mes que sólo nos veíamos sábados y domingos, cuando antes nos veíamos entre semana algún día. A parte que también dejamos de hablar por teléfono y empecé a sentirme abandonada por su parte. Le expuse todo, que me estaba perdiendo, que su pasotismo estaba haciendo que la relación se enfriara. Mis palabras parecían no hacer mella en él, hasta que el día después de reyes le dije que necesitaba que me dijera qué pasaba de verdad, porque yo ya lo estaba pasando bastante mal. Me dijo que dejó de estar cariñoso porque no podía aguantar estar todo el día con las hormonas como si tuviera 15 años, cosa que me sorprendió bastante porque él se jacta de que le gusta mucho el sexo y juguetear y tal. Después de hablarlo, decidimos que llegaríamos a un punto intermedio: yo no sería tan juguetona y él intentaría serlo más.
Durante una semana, todo fue bien, de hecho se notaba que él estaba intentándolo, veía que me correspondía a las carantoñas, estaba más antento, etc. Llegó su cumpleaños y le organicé un fin de semana en un hotel para los dos solos. Me curré la típica escena de velitas, lencería y tal. Todo muy bien hasta que estábamos en la ducha al salir yo primero, en lo que cogía la toalla, me pegó 3 gritos diciéndome que cerrara la mampara y la puerta del baño. Me dejó fría ese tono que no venía a cuento. Pues como después le dije que me había molestado que me hablara de esa manera y que se había puesto histérico por una tontería, pues empezamos a discutir, así que se nos jodió el fin de semana.
A partir de ahí, todo de mal en peor. En febrero fue el aniversario y quisimos "arreglarlo" yéndonos de viaje. El peor viaje de mi vida. Discusiones cada dos por tres, dejábamos de hablarnos, etc. A su "favor" diré que no estaba muy bien porque le acababan de despedir del trabajo, aunque la idea era que el viaje también le haría bien para despejar la cabeza y disfrutar un poco. Su actitud en todo el viaje fue lamentable, poniendo pegas por todo, contestándome de malos modos y cosas así. A lo que yo reaccionaba, obviamente, porque me estaba tocando las narices pero bien, así que las discusiones se hacían más grandes, ya que él nunca ha sido capaz de ver lo que hace mal, no reflexiona ni analiza las cosas, así que nos metíamos en discusiones bucle.
La manera de "hablar" de él es un tanto extraña, ya que te explica y dice X, pero después sigue hablando y la razón anterior la cambia por Y, entonces las incongruencias de su discurso hacen que todo se líe más, porque niega haber dicho X en primera instancia, bla bla bla. Creo que os podéis hacer una idea.
Luego ha habido episodios que se ha metido con mi físico, que estaría mejor con una talla 95, que no soy femenina, que debería arreglarme más, que cuando me ve no ve a una mujer... Todas esas cosas me han dolido muchísimo, pues no entiendo por qué sería una persona tan cruel con la persona que quiere. Le dije llanamente que si había tantas cosas que no le gustaban de mí, que por qué seguía conmigo. Me dijo que le gustaban cosas de mí, otras no. Así que le dije que decidiera si eran cosas con las que podía vivir o no, pero que dejara de hacerme daño con sus incertidumbres y al final parece que las ha tenido que tolerar.
Más o menos he contado las cosas que me afectan a mí personalmente de su actitud hacia mi persona. Me dejo en el tintero muchas otras, porque cada semana tenemos un episodio. No sé si soy tonta por aguantar tanta tontería y tanto desplante/malos modos/llámenlo X.
Hará como 2 meses, empezó a ir la cosa otra vez bien, como al principio casi, pero el declive apoteósico viene hace cosa de hace 1 mes, que traje a mi casa unas cosas que compramos (pagó él) en el supermercado y que sobraron de una barbacoa. Dejé algunas en la nevera para que no se echaran a perder y le dije que al día siguiente se las llevaría a la casa, cosa que dije en mi casa a mi familia. Al día siguiente (final del mundial) fui a la casa a ver el partido pero se me olvidaron las cosas. Nada fuera de lo corriente, si no fuera porque en lo que yo estaba allí en su casa, en la mía, mi familia abría una botella de cocacola que era de él y mi cuñado mandó una foto al grupo que tenemos en común en whatsapp. El rebote que se cogió mi pareja fue tal que aluciné en colores, diciendo que era una falta de respeto hacia su persona, que no se le pidió permiso, etc. Yo flipaba porque al fin y al cabo, si no le envían la foto no se entera y yo le habría dado el lunes una botella sin abrir, pero por lo visto nuestros puntos de vista son muy distintos. Total, que flipaba porque para mí era una gilipollez y para él un mundo. Me dijo que no quería ir más por mi casa ni ver a mi gente, al menos hasta que se le pasara el enfado. Que quería que se disculparan por haber cogido aquello sin permiso. A todo esto, yo "mediando" en mi casa como podía, porque su punto de vista no lo comprendía del todo.
A partir de ahí todo de mal en peor, discusiones otra vez, ahora por culpa de terceros, que me empezó a decir que si no se sentía querido por mi familia, que no lo tratan bien y cosas así. A lo que yo seguí flipando en colores porque tiene un concepto de las cosas que no es así para nada y por mucho que se le argumente, de su obcecación no sale.
Hace 2 semanas tuvimos una discusión fuerte en mi casa, donde él me intentó forzar a que dijera algo así como de dejarlo, cosa que yo en ese momento no me había planteado y mira que han pasado cosas. Pues al final resulta que fue él el que me dijo que necesitaba tiempo. Le dije que sus soluciones en ocasiones anteriores siempre ha sido separarse y alejarse de los problemas y de mí. Le expuse que después de todo lo que he hecho por él (por ejemplo avisarme que acaba de discutir con los padres y que si podemos vernos e ir sobre la marcha y otras cosas así), del apoyo que ha tenido siempre de mí, lo menos que me merecía yo era que su actitud fuera de conciliación y no de separación, lo que parece que le caló porque después de hablarlo, siguió en mi casa y estuvimos toda la tarde más tranquilos.
Sin embargo, el que él decidiera en ese momento manipularme en cierta manera para que yo tomara la iniciativa de tomarnos un tiempo y ver que realmente era él el que lo necesitaba y no tenía el valor de decirlo, hizo saltar las alarmas del todo y empecé a plantearme que básicamente soy imbécil por aguantar tanta niñatada, a parte de que ya no confío en que sienta algo por mí o que me vuelva a "amenazar" con darnos un tiempo. Me hizo plantearme que realmente, todo viene porque él ha dejado de comportarse como era al principio, yo le exijo que vuelva a ser como antes, eso le hace presión y por eso discutimos. Me pregunto si el problema lo tendré yo por aguantar o por no aceptar que él es así y ya está (cosa que no entiendo, porque al principio era distinto: o antes no era él o ahora no es él), o lo tomo o lo dejo. Pienso que si me quejo, es porque no tengo lo que busco en una pareja y en el fondo, soy infeliz.
Así que el miércoles, hace 2 días, quedamos y le dije que había estado pensando, que desde que me dijo lo del tiempo, ha sido un punto de inflexión y que no veo que esto vaya bien para nada. Él me ha dicho que está desmotivado, ya que ha perdido 2 trabajos en 6 meses, ha dejado de "arreglarse", peinarse, el gimnasio. En definitiva, todo lo que él era, hace tiempo que no es. Y es algo de lo que yo me he dado cuenta también a lo largo de los meses y se lo he dejado caer unas cuantas veces, que debe poner orden en su vida, porque ahora mismo es un nini, que vive con sus padres, se pasa el día con la consola y sólo habla de videojuegos (eso es otro tema que tela, tiene muy pocos temas de conversación). Le dije que yo quiero ayudarle a salir de ese agujero en el que se ha metido, pero que no puedo porque yo también estoy mal y justo la parte que me falla es él. Así que él me dijo que prefiere arreglar sus cosas, poner todo en orden y luego arreglar la relación. Ahí me di cuenta de que obviamente no soy su prioridad y aún diciéndole que yo le ayudaría, quiere que le ayude sin poner de su parte para que yo también sea feliz y él me corresponda como yo busco.
Dijimos que nos veríamos el domingo, a ver si estando 4 o 5 días sin hablar ni nada, hacemos que las aguas se calmen y ver si ese día tenemos ganas de vernos y cómo nos sentimos.
Total, que llevo 2 días prácticamente sin hablar con él y se me hacen cuesta arriba, a pesar de todas las cosas negativas que he vivido. A ratos tengo la sensación de que el domingo lo mandaré a la mierda definitivamente, otros pienso en que soy una cabezona y que debería "dar mi brazo a torcer", jugármelo todo por última vez y ayudarle en todo lo que pueda y salir ambos a flote, pero después vuelvo a pensar que aunque yo ponga todo de mi parte él no podrá darme lo que necesito en una pareja y volveremos a meternos en todo el embrollo de siempre