Por si ilustra, una anécdota sobre amistades con los ex. Reflexión in the end.
Yo estuve unos meses quedando con una chica que tenía "muchos amigos chicos", cosa que me da igual pero... ¿por qué insistir en eso? Cuando rasqué un poco (y no es sólo opinión mía) me di cuenta de que parecía llevarse bien con tíos con los que había estado (incluyendo los que le habían hecho polvo y por los que en parte tenía una depresión y llevaba casi tres años medicada) por cuelgue, porque necesitaba sentirse apreciada. Por otro lado muy a la defensiva de su espacio, y un poco molesta de que yo también tuviese amigas. Y diciéndome que quería algo serio pero muy de meter gente en medio, en medio, en medio. No me había visto nunca en esas, en estar enamorándote de una persona y al tiempo negociando mierdas rollo poliamor en lugar de invertir en ambos y punto, además metiendo a ex de por medio que ya tuvieron su tiempo y que además la medraron.
Total, al final pasé de rollos, triángulos, echarla de menos mientras quedaba con uno que fue amante y que eligió a otra con la excusa de que "porque es mi amigo", etc. ¿Y qué pasó? Que a mí no quiere verme. ¿Cuál es la diferencia? Pues que yo no he aprovechado su nula autoestima para tenerla cerca-pero-lejos, para "ser su amigo" mientras la mantengo en mi órbita para cuando me apetezca. A diferencia de los otros, yo no me la llevo de viaje pero sin polvos, no le hago un "boyfriend experience" mientras me tiro a otra, y mierdas así.
Cada cual que se joda la vida como quiera. Esta chica, en mi opinión, por mantener la amistad con "sus amigos" vive medrada por vampiros emocionales que la tienen en la despensa.
Luego hay relaciones con ex sanas, pero creo que han de cumplirse dos condiciones: que las heridas estén cerradas, y que se reflexione sobre por qué mantener ese vínculo (en qué nos satisface) cuando hay tantas opciones.