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Una pena, aunque contase los mismos chistes todos los veranos, regalaba globitos a los chavales en el chiringuito. Llevaba unos años en decadencia. El año pasao, antes de la amputación, ya se le veía el peor de los últimos durante el verano.
Echaremos de menos sus chistes homófobos y machistas en verano. Leyenda!