La Monja imputada por el caso de robo de bebes ha muerto a los 88 años.
Sor María ha muerto en silencio, sin dar a las madres que la acusaban de robarle a sus bebés alguna pista sobre el paradero de sus hijos. "Solo espero que Dios la perdone, porque yo no la voy a perdonar nunca", confesaba Purificación Betegón el pasado viernes, incapaz de ocultar su decepción al ver que la única persona que ella creía que podría ayudarle a encontrar a sus gemelas no acudiera a su cita con el juez.
Una vez más la muerte llega antes que la justicia, y las madres sin respuestas.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/24/actualidad/1359013050_505509.html