La empresaria australiana Gina Rinehart, considerada por la revista local Business Review Weekly como la mujer más rica del mundo -aunque según Forbes ocuparía el cuarto puesto-, ha desatado la polémica en Australia al afirmar que aquéllos que se quejan de su situación y envidian a los ricos deberían trabajar duro y pasar menos tiempo en los bares. Esta supermillonaria, desconocida para muchos, paradójicamente heredó su fortuna. Es la presidenta y propietaria de la empresa minera Hancock Prospecting y su fortuna asciende a unos 29.170 millones de dólares (24.000 millones de euros).
Artículo completo con alguna perla más.
Pa' que luego digáis que los ricos viven al margen del sufrimiento de la clase media.
P.D.: ¿Oslafo?