31 de mayo de 2011 Alex Fediakov un turista ruso filma con su cámara de vídeo, el impresionante salto de agua de las cataratas del Niágara desde el lado canadiense. El enorme ruido del "trueno del agua" como lo llamaban los indios iroqueses acompaña el tranquilo día de vacaciones. Pero esto se ve alterado primero, con el sonido de sirenas de emergencia que suenan en la lejanía, como antesala tal vez del inquietante objeto que flota sobre el agua. Es el cuerpo desnudo de una mujer que arrastrada por la fuerte corriente del río de unos 32 kilómetros por hora se dirige sin remedio hacia el gran salto de más de 50 metros de altura.
Con los ojos cerrados y desnuda parece la versión moderna del cuadro de Ofelia pintado por Sir John Everett Millais. Óleo que representa la trágica muerte de este personaje de Shakespeare que aparece en Hamlet.
El cadáver fue rescatado horas después por el barco "Dama de la Niebla" ante la mirada atónita de los turistas. La noticia del suicidio de hasta el momento desconocida mujer, no hubiera pasado de una pequeña reseña en los periódicos locales si no se hubiera filmado, seria una más en la lista de 20 o 25 suicidas que cada año deciden acabar con su vida en este idílico lugar de vacaciones.