Curiosa la historia de Jordi Juanola, un conductor que fue multado por comer un croissant mientras conducía.
Jordi circulaba con su vehículo por la calle de Aragó, en Mataró, cuando un semáforo se puso en ámbar y antes de saltárselo del todo decidió parar por delante de la linea del paso de cebra, según comenta el propio afectado.
“El semáforo se puso en ámbar y, antes de saltármelo, decidí quedarme unos centímetros justo delante del paso de peatones”
Entonces vió como la Guardia Urbana se dirigía hacia él y pensó que se debía a que se había pasado el semáforo en rojo.
Su sorpresa llegó cuando le comentan que esta prohibido comer mientras se conduce y le pusieron una bonita multa de 60 euros por comerse un croissant de jamón al volante de su Mazda descapotable, que facilitó aún más que se delatase su infracción.
“Hasta entonces no vi nada extraño. Creí que me quería multar por lo del semáforo pero, de repente, va y me dice que si yo no sabía que está prohibido comer mientras se conduce”
Lo cierto es que no hay ninguna norma explicita de la DGT que prohiba comer mientras se conduce, lo que sí está prohibido es hacer actividades al volante que puedan llevar a una distracción y ser la causa de un accidente.
Según esto se podría sancionar de igual manera a aquellos que fumen, beban o simplemente se entretengan en toquetear la radio o el gps mientras conducen.
Asi que parece que en este caso es algo subjetivo que dependerá sobre todo de la opinión del agente y del día que tenga.
No obstante si que sería recomendable que se estableciesen normas específicas para estas posibles actividades que distraen, como el tema del gps, la radio o fumarse un cigarrillo al volante.
Yo flipo con la DGT!!