A continuación os traduzco la noticia:
La traductora de catalán se sintió víctima de un chantaje en el cuartel de Palma
| fue expulsada del recinto porque hablaba en catalán | La Delegación del gobierno central en las Islas Baleares abre un expediente por investigar los hechos
Saïda Saddouki se sintió víctima de un chantaje el viernes 17 de agosto, en un cuartel de la Guardia Civil de Palma, cuando el capitán Bartolomé la increpó porque hablaba catalán y la mantuvo cerrada en su despacho durante unos quince minutos. "llegué a pensar que no saldría de aquella habitación, que me cerrarían en el calabozo sólo por haber hablado en catalán", afirma. Saïda fue recibida ayer por el delegado del gobierno central en las Islas, Ramon Socias, que le pidió disculpas y le confirmó que había abierto una investigación sobre los hechos.
La joven, intérprete de árabe, bereber y catalán, no podrá olvidar nunca aquel día. "Temblaba, no me podía creer el que me pasaba". El cuartel lo había contratada por prestar servicios de traducción y se presentó el jueves 16 hablando en catalán. Aquel día ya la advirtieron: "O hablas en cristiano o de aquí no vas a pasar", le dijeron. Saïda volvió el día siguiente hablando en castellano y los hechos del día antes se agravaron porque se le escaparon algunas expresiones en catalán. A partir de aquel momento, llegaron frases como "Me parece vergonzoso que seas de otro país y defiendas un idioma que ni siquiera existe, porque unos se lo han inventado".
"El capitán Bartolomé no me dejaba decir nada, gritaba y gritaba. Me llegué a sentir víctima de un chantaje", explica Saddouki. Tenía "miedo", estaba "asustada" porque "no sabía qué podía llegar a pasar". "No estaba dentro de una negociación, no había comunicación", concluye. Usando malas formas dejaba claro que o bien hablaba en castellano o bien no podría hacer el trabajo para la cual lo habían contratado.
Saddouki se sintió "una víctima de la violencia verbal", infligida de una forma "injustificada y abusiva". "No era una detenida, porque había ido al cuartel a trabajar". Finalmente, el capitán la expulsó porque "no hay otra cosa que odiemos tanto como este maldito idioma".
Respuesta del delegado
El delegado del gobierno central a las Baleares, Ramon Socias, anunció ayer que se ha abierto un expediente informativo, que instruye la misma Guardia Civil, por resolver el incidente. "Cuando conozcamos las conclusiones de la investigación, podremos tomar las medidas pertinentes", dijo Socias, que quiso pedir públicamente "disculpas" por la situación vivida por Saddouki.
"Siempre he insistido a los miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que a las Islas conviven dos idiomas, que los dos son oficiales y que los deben conocer", explicó. No es el primer golpe que la Saïda sufre una situación parecida, pero nunca nadie había perdido las formas. Durante un tiempo, Saddouki, que vive en Mallorca desde los 17 años, fue en un centro de acogida de mujeres maltratadas, dónde una usuaria la atacó verbalmente. "denuncié los hechos al Instituto Balear de la Mujer, pero nadie me hizo caso", dice la traductora.
Pues sí señores, esto pasa en pleno siglo XXI en Europa.
Y lo mejor es que todavía habrá alguno que defienda a estos personajes que ¿velan por nuestra seguridad?.