Como profesora de inglés puedo decir, sin tapujos, que el sistema de enseñanza de muchos centros de educación primaria y secundaria, con respecto a las lenguas extranjeras, deja mucho que desear.
Según nos enseñan en la carrera (y el propio sentido común), las clases deben impartirse completamente en inglés, prestando especial atención a la comprensión y comunicación oral antes que la escrita.
¿Cómo se aprende el castellano, nuestra lengua materna? El niño escucha, luego intenta comunicarse él mismo conjugando según su propia experiencia y, finalmente, aprende a escribir.
¿Por qué el inglés no se enseña de la misma manera en muchos centros? Por distintos motivos:
1- Muchos profesores no están cualificados para expresarse en inglés en el aula
Excluyendo a las comunidades autónomas que solicitan altas calificaciones para entrar en la carrera y una media superior al notable + examen individual oral y escrito para optar a la especialidad (como es el caso de la Universidad de Murcia entre otras) algunas universidades en este país regalan el título de maestro de inglés a gente que no tiene el nivel suficiente o que confunden la Beca Erasmus con Orgasmus (chiste malo, no me lo tengáis en cuenta)
2- Hay un alto porcentaje de padres que no valoran la educación de sus hijos, sino los resultados inmediatos que les permiten fardar ante el resto
He visto a verdaderos visionarios de la enseñanza siendo apartados de sus puestos de trabajo por hordas de padres y madres enfurecidos porque los niños llegaban a casa hablando en inglés en vez de con un papel que pusiera "diez".
Y no, no es ninguna broma.
Muchos padres consideran que los exámenes escritos de huecos, y los dibujitos que se hacen en Halloween y Navidad son el reflejo del trabajo del maestro, no los resultados.
Un profesor que vea preferible diseñar él mismo una unidad didáctica (siguiendo el sistema de andamiaje) que abarque bloques de contenidos de distintas asignaturas (por ejemplo, conocimiento del medio), a la vez que consigue que los alumnos entiendan y se comuniquen (de manera oral y escrita) con el vocabulario y formas gramaticales puestas como meta en los objetivos será visto casi siempre como alguien inferior al inútil que sigue el libro arrajatabla y luego hace que los niños lleven a casa un diez en pinta, colorea y huequitos + dibujo de Papá Noel.
3- Las editoriales ejercen una presión importante en los centros educativos y en las familias
Muchas editoriales regalan a los centros que los seleccionan diverso material (ordenadores, pizarras digitales...) por lo que es complicado decir que no y más en tiempos de crisis cuando las fotocopias son una ilusión.
Para colmo, a los padres no les gusta gastarse el dinero en un libro de texto que no se usa y se quejarán si alguno comprueba que el work-book está tan nuevo en mayo con el día que lo compró.
4- La inseguridad de algunos profesores ante las críticas que les lleva a perder el interés.
Más de un profesor ilusionado se ha rendido al protocolo despasado e inservible de repetir tiempos verbales una y otra vez a causa de su falta de interés.
Los ataques recibidos durante los primeros años de trabajo por parte de alumnos, padres y otros compañeros de profesión poco concienciados con la educación, hace que pierdan el interés y quieran pasar el resto de su vida con un trabajo repetitivo, pero que no requiera esfuerzo por su parte.
Cosas como "Mi padre dice que la seño es una pinta-y-colorea" o "¿Por qué no sigues el libro de texto como el resto del departamento? ¿te crees superior?" acaban con los individuos más débiles.