Es un zeta-reticuliano, normalemente estan un nivel por encima de nosotros en la escala vibratoria.
Hay muchos investigadores serios y otros no tanto, que dedican su tiempo al estudio e investigación de lo que ellos llaman el “fenómeno o casuística ovni”. Durante mucho tiempo dediqué energías y esfuerzo en investigar y recopilar información al respecto, hasta que me di cuenta que en verdad solo era un “recolector de información” sin llegar nunca a la verdad. La mayoría de los investigadores son solo eso, cazadores y coleccionistas de datos, que se centran en el fenómeno y no en la trastienda, sin ningún interés verdadero en dilucidar el misterio, pues se les acabaría el “Hobby” y a algunos también, el negocio mismo del fenómeno. Hay excepciones, son los que fueron un paso más allá, relacionando la investigación con la realidad. Para ellos mi humilde homenaje con esta información. Hoy quiero mostrarles un pequeño pedacito del iceberg de los extraterrestres y su verdadero propósito y relación con nosotros y la realidad. No espero que me crean, solo que consideren mis palabras de lo que pueda decir hoy y en posteriores publicaciones. Son mis conclusiones y puedo equivocarme, el tiempo lo dirá. Las pruebas son irrelevantes en este momento si las piezas encajan. No todo es como se cree, la realidad siempre se oculta detrás de lo aparente, y en este caso también.
La participación de los extraterrestres en la historia de la tierra fue siempre preponderante para la evolución del hombre. No se olviden que somos unidades de carbono creadas por manipulación genética, por una raza superior, que son nuestros creadores como homosapien. Desde épocas prehistóricas razas alienígenas visitaron y habitaron el planeta con diferentes fines. Su presencia está registrada por los “mitos” de distintas culturas, grabado en piedra, utensilios, cerámicas y en los libros sagrados de todas las religiones. Que la ciencia lo acepte o no es otra cosa, en este caso es irrelevante para nuestro propósito. Hasta el año 1999 el ejército de Estados Unidos, más precisamente un sector secreto de la fuerza aérea, tenía registradas 57 razas extraterrestres que visitaban la tierra, y cuyo nombre en clave para referirse a ellas era “Heinz 57”. Hoy nos referiremos a dos de ellas, los Grises de Zeta Reticulum y Orión, y los Reptilianos de Alfa Draconis, según sus propias declaraciones. Tanto una como otra están en la tierra desde hace miles de años, y cuando digo están, digo habitan. Los Reptilianos son responsables de la creación de los grandes reptiles de la era jurásica. Parte de su genética aún persiste en nosotros, pues el “manú” original desciende de ellos. La desaparición de los dinosaurios no fue a causa de la caída de un meteorito u otra catástrofe natural como la ciencia nos dice, su desaparición masiva fue consecuencia del aumento de la gravedad terrestre promovida por nuestros creadores para generar las condiciones adecuadas para sus propósitos, el peso de los grandes saurios hizo el resto. Si investigan verán que tanto la vida vegetal como animal en esa época era enorme, consecuencia de la baja gravedad terrestre. Hasta el día de hoy hay una disputa entre los Anunnaki y los Reptilianos con respecto a la posesión del planeta y de nosotros. Los Grises fueron en una época colaboradores de los Anunnaki, pues fue una raza creada por ellos con anterioridad a la nuestra, para usarla como ejecutora de sus planes. Estas no tienen la capacidad de procreación, tampoco tienen sistema digestivo ni sexo. Son digamos, “clones” genéticos de ellos mismos, aunque no es esta la palabra exacta, más bien sería “duplicado holocuántico”. Son los responsables de las abducciones, implantes y mutilaciones de ganado, que junto con la colaboración de grupos secretos del gobierno de Estados Unidos, usan para el desvío de la atención, para ocultar sus verdaderos propósitos. No tiene ninguna lógica dejar el cuerpo mutilado de un animal a la vista de todos, si no es para entretener a los investigadores y curiosos mientras se lleva a cabo el verdadero plan, el secuestro y la mutilación de seres humanos para fines investigativos. Cientos de personas desaparecen todos los años sin paradero conocido, que responden a esta agenda. Su propósito es el de lograr una mutación genética en ellos que les permita la procreación y alimentación por vía oral como nosotros, asimilando las proteínas, vitaminas y minerales, que ahora tienen que adquirir por otros medios que no son tan convencionales. Los intereses de los Reptilianos son, sin embargo, completamente diferentes al de los Grises, porque los Reptilianos reclaman el planeta por haber estado en él antes de la aparición del hombre, y porque los Anunnaki cortaron la evolución de la línea reptiliana para lograr su cometido. Ellos nos consideran a nosotros como “su ganado” habitando su corral de cría, la tierra. Tanto los Grises como los Reptilianos tienen convenios con la élite de intercambio de tecnología y conocimiento, por colaboración de su parte para ocultar su presencia en el planeta. La paga, el control total de las unidades de carbono y del mundo, económica y espiritualmente. La promesa, la vida eterna o por lo menos mucho mayor que la actual de las unidades de carbono. Solo fíjense en los referentes de la élite como Rockefeller, la reina Isabel de Inglaterra, Kissinger, etc, no sufren enfermedades, pareciera que están desde siempre, son eternamente contemporáneos, activos, lúcidos y con el mismo poder; pasan las generaciones, los gobiernos, las instituciones, y ellos siempre están. Exteriormente parecen mayores, pero interiormente su cuerpo está mejor que el mío o el suyo. Por lo menos vivirán sin padecimiento alguno hasta que “mueran” supuestamente para el público en general. Los Grises trabajan con los Reptilianos, pero representan a los amos, la élite trabaja con los Grises y los Reptilianos pero responden a los amos, los Reptilianos trabajan para ellos pero creen que son los amos, y los amos usan a los Grises, los Reptilianos y a la élite para manipular la realidad. Esto se complica. ¿Entonces, quiénes son los amos? Parece que tampoco son los que creíamos.
Todo el movimiento hacia el NOM (Nuevo Orden Mundial) forma parte de la agenda de los supuestos amos para llevar a cabo la paga y la promesa. Los Reptilianos la promueven, los Grises la usan, y los oscuros la aprovechan. Dentro de este rompecabezas entra en escena algo que está por encima de todos, y es la mecánica del “Do”. Saben que se acerca de forma inevitable un cambio o salto de octava cósmica, la creación se manifiesta nuevamente ante ellos, y sus planes tienen que estar listos para entonces porque nosotros somos los proyectores holocuánticos de esta realidad planetaria, y tendremos el mundo que proyectemos por mayoría. Dentro de este contexto fatídico, hay en escena otros extraterrestres que intentan inclinar la balanza para el lado del hombre, pero eso será otra historia en otro momento, ellos respetan algo que los Grises y Reptilianos no respetan, y es el Ser, su participación es acorde a nuestro permiso, permiso que tiene que darles nuestra consciencia del ser, no nuestra consciencia artificial manejada por los oscuros. Espero que cada día sean más y más los que dejen de alimentar a los demiurgos y alimenten al Demiurgo para alcanzar la masa crítica que genere la retroalimentación a través del Demiurgo con la energía del “Do”, liberándonos de los oscuros, de los Grises y Reptilianos, de las luces y de las sombras, y poder finalmente ser dioses de nosotros mismos, de nuestra vida y de nuestra tierra, en una nueva realidad holocuántica creada acorde a la octava directa del “Do” y ser nuevamente los responsables de la vida en el planeta, sea nuestra o sea ajena.