Pues yo tengo la opción de quedarme fuera o volver, y tal y como está la cosa prefiero volver; no por España como algo etéreo cultural o espiritual en sí, pues hace mucho tiempo que dejé atrás ese sentido nacionalista de patria que poco me ha aportado en la vida, y tal y como pienso volver a ello sería volver a la caverna por muy a gusto que se pueda estar en ella, sino que volveré por los españoles como ciudadanos, por sus derechos, y por defender, al menos, el principio de la igualdad entre los que somos. De momento, hasta que encuentre la posición filosófica (y podríamos decir política) desde la que seguir apuntalando principios, es suficiente motivo para luchar por lo que creo.
Eso sí, "si alguno se sonríe cuando yo pronuncie España, yo me sonrío de su puta madre".