El omamori (御守 / お守り) es un popular amuleto japonés, una especie de colgante hecho de tela que se vende, sobre todo, en los templos y santuarios japoneses y cuyo objetivo fundamental es, como buen amuleto que es, proteger y dar fortuna a los que lo llevan.
Su nombre proviene del verbo mamoru que significa proteger, cuidar, defender y, según la creencia, evita los accidentes, mejora la salud, nos ayuda en el amor o a aprobar los exámenes, etc.
Por eso, los japoneses llevan los omamori en muchos sitios, desde en el bolsillo, en el bolso, en el coche o hasta colgado del móvil.
Origen y descripción del omamori
Este tipo de amuleto japonés surgió en el siglo XVII y si bien en el pasado estaban hechos de madera o de papel, hoy en día están hechos de tela y tienen forma de bolsa rectangular.
La bolsa, llamada omamori-bukuro, es normalmente seda de colores vivos y lleva bordado en su parte trasera el nombre del santuario donde se ha comprado.
En su interior, y siempre cerrado a la vista, encontramos una inscripción rectangular que puede estar hecha en papel, cartón o incluso una fina lámina de madera y que lleva el nombre del dios protector para la ocasión y una oración escrita o bendecida por un monje.
Tipos de omamori
Si bien hay omamori generales, que nos protegerán en general de cualquier situación negativa, también hay omamori específicos, con su dios concreto que sirve para protegernos o ayudarnos en situaciones muy concretas y específicas.
En muchos templos y santuarios hay explicaciones en inglés, pero por si acaso, aquí tenéis una explicación de alguno de los omamori más habituales:
Buena suerte, fortuna (開運, kaiun): omamori muy general, que simplemente busca darnos un extra de buena suerte o de fortuna. Es perfecto para regalar o para nosotros, si no tenemos requisitos específicos.
Alejar todo mal (厄除け, yakuyoke): omamori muy general y, en este sentido, muy parecido al anterior. Pero este funciona justo al revés, ya que simplemente busca alejar todo mal de nuestras vidas.
Felicidad (幸せ, shiawase): omamori que busca conseguirnos la felicidad, ni más ni menos. Ahí es nada.
Seguridad vial (交通安全, kōtsū-anzen): es el omamori perfecto para los conductores y los viajeros, que busca protegerlos de todo tipo de accidentes.
Dinero (金運, kin’un): omamori para ganar dinero, en el sentido amplio de la palabra (que te suban el sueldo, que tu negocio haga más dinero, etc.)
Amor (縁結び, en-musubi): omamori para encontrar pareja y para el matrimonio, perfecto para personas solteras que quieran encontrar pareja o para parejas que quieran afianzar su amor. En el primer caso normalmente se venden de manera individual, mientras que en el segundo caso suelen venderse de dos en dos.
Parto sin complicaciones (安産, anzan): omamori perfecto para embarazadas, para que tengan un buen embarazo y un parto sin complicaciones. La tradición marca que las mujeres que compren este artículo deben colocarlo cerca del vientre, para que también esté en contacto con el feto. Regalo perfecto para amigas embarazadas
Éxito en los estudios (学業成就, gakugyō-jōju): omamori perfecto para estudiantes, que busca darnos suerte en los estudios y en los exámenes. Si tenemos un amigo o conocido que debe enfrentarse a un examen complicado, éste es el regalo perfecto.
Salud (健康, kenkō): omamori que nos protege de las enfermedades para asegurarnos una vida llena de salud.
Recobrar la salud (病気平癒鵜, byouki heyu). Si bien el anterior es un omamori genérico para seguir viviendo con salud, este omamori es para recuperarnos rápidamente después de una enfermedad, un accidente, etc. Si tenemos un amigo o conocido enfermo o en recuperación, éste sería un regalo perfecto.
Prosperidad en los negocios (商売繁盛, shōbai hanjō): omamori perfecto para conseguir éxito en un negocio y cuidar así nuestra situación laboral y económica.
Salud y bienestar familiar (家内安全, kanai-anzen): omamori para traer paz y prosperidad al hogar familiar y a todos sus integrantes.
Estos son los más habituales, aunque depende del templo o santuario podemos encontrar omamori específicos diferentes para cubrir las necesidades específicas de sus habitantes.
Asimismo, en la actualidad hay algunos omamori modernos, con personajes de anime (especialmente si están relacionados de alguna manera con el templo o santuario) como el que compramos en el santuario Yatsurugi en Kisarazu (Chiba).
Evolución del omamori
Tradicionalmente eran las miko, las sacerdotisas del santuario, las que hacían los omamori a mano, pero hoy en día muchos se producen en masa en fábricas y luego se bendicen en los templos y santuarios antes de ponerse a la venta. A través de un ritual, el amuleto omamori se convierte en un objeto sagrado, razón por la cual debe tratarse siempre con respeto.
Diversos omamori, entre los que hay modernos, de Meoto-Iwa y de Shimonoseki
En teoría, un omamori no debería abrirse jamás, porque de hacerlo perdería todo el efecto de protección. Si la bolsa del omamori se abre y su interior se expone al exterior, se supone que la protección se pierde y habrá que comprarse otro omamori para estar protegidos.
Un omamori dura toda la vida, aunque la tradición recomienda cambiarlo en Año Nuevo, justamente para comenzar el año desde cero (algo de extrema importancia en las creencias sintoístas). Es por ello que en Año Nuevo los japoneses acuden al templo a devolver sus amuletos viejos, para que sean quemados, y a comprar amuletos nuevos para comenzar el año con buen pie.
Dado que es un artículo sagrado que debe tratarse con sumo respeto, un omamori no debería tirarse a la basura jamás. Si queremos deshacernos de él, debería quemarse, idealmente en un santuario o templo, como símbolo de respeto.
Pero son muchos los japoneses que guardan omamori de sitios turísticos que han visitado u omamori que les han regalado en momentos puntuales de su vida y no los llegan a quemar jamás. Así que si te compras un omamori, tranquilo, puedes guardarlo en casa sin problemas, no estás rompiendo ninguna ley inamovible.
Los omamori tienen doble función: por un lado y como ya hemos visto, sirven para protegernos y darnos buena fortuna y por otro lado sirven como ofrenda al santuario o templo, ya que la venta de omamori es una de las muchas formas que tienen los santuarios y templos japoneses de auto-financiarse.
Y con la importancia que hemos dicho que tienen los comienzos en Japón, no hay más que acudir a cualquier templo o santuario en los primeros días del año para ver la cantidad de dinero que se mueve comprando amuletos de todo tipo, de los cuales los omamori son perfectos porque, por su tamaño, los podemos llevar con nosotros de forma permanente.