Lo que pasa con esto, querido Hipnos, es que todo lo misterioso, mágico y que se escape al entendimiento, es agradable para la mente.
Creo que no todo el mundo, pero sí la mayoría, tenemos un cierto "sentido de trascendencia" por el cual deseamos que exista un mecanismo "preservador" en el cosmos. La existencia de la magia o los fantasmas serían dos cosas que, ya de por sí, nos darían muchísimas ideas de cómo nuestra consciencia podría sobrevivir a la muerte. No en vano, toda religión mayoritaria tiene como tema central un paraíso divino o la reencarnación.
Lo esotérico se corta bajo el mismo paradigma, o es más, el sentido de trascendencia y su miedo a la muerte, son el sustrato en el que el esoterismo crece. El hablar con espíritus a través de la Ouija, necesita primero que existan dichos espíritus, que simplemente son ancestros pasados con los que nos queremos comunicar. Su propia doxa requiere de un vínculo ontológico entre la realidad "del más allá" y la nuestra, ocasionando los fenómenos de apariciones, "vibraciones" como la que comentas, y demás... gilipolleces, hablando en plata.
Y es que eso es lo que son: patrañas que nos inventamos al creernos una sensación de nuestro cerebro. No hay más.
Piensa en qué es lo que sucede cuando ves un efecto óptico: realmente, no están los fotones que llegan a tus conos y bastones describiendo ese movimiento, pues la imagen está quieta. Lo que sucede, es que cuando tu cerebro trata de procesar y entender la imagen, no reacciona bien a ciertas combinaciones de patrones muy poco comunes, y así, falla al procesar algunas partes. Y digo "falla", porque realmente, lo que vemos es una "ilusión". No quiero hacer llamadas absurdas al relativismo; esa ilusión por supuesto tiene una enorme conexión con la realidad. Pero eso no quita que pueda sufrir interferencias, errores, y falsas señales. Es algo que al igual que pasa en las máquinas de silicio, puede pasar en las de carbono (nosotros).
Siendo así, cuando "vemos" algo, o "sentimos" algo, la explicación anterior es mucho más lógica, y podemos ver una obvia conexión causal ahí. Asimismo, también es una solución mucho más efectiva para dejar de verlos y perder el miedo (me pasó cuando era crío). Lo contrario, implica validar la nula base epistémica del esoterismo, y empezar a creerse todas esas mierdas.
No niego que haya que investigar las cosas: cualquier cosa merece ser investigada. Pero esto ya se ha investigado suficiente para decir, con una seguridad bastante alta, que no es más que una tontería.