En el foro he leído mucho sobre cómo se comporta la gente cuando rechazan a alguien. Tanto para chicos como para chicas que les toca rechazar a alguien a veces es difícil ser clara/o porque creen que vas de diva es un chulo, si eres sutil confundes y si eres muy sutil generas falsas expectativas (lo cual es muy cierto)...
Quería preguntar cómo soléis sentiros cuando rechazáis a alguien, si sentís culpa.
Se pasa mal en ambas caras de la moneda, pero por supuesto que sentirse rechazado por alguien que quieres es un sentimiento mucho más desagradable. Yo he vivido las dos cosas, y ninguna las recuerdo con buen gusto. Sobra decir que sentirse rechazado no es plato de buen gusto: te sientes una mierda, tu autoestima se va al suelo y no quieres ni vivir. Te atormentas una y otra vez con preguntas del tipo ¿Por qué no le gusto? ¿Qué me falta, no soy suficiente? Es un calvario para cualquiera.
Por otro lado, cuando rechazas inevitablemente te sientes mal por hacer daño a alguien que estaría dispuesto a dar todo por ti. Te sientes mal porque aunque quizás esa persona te podría hacer muy feliz, tú no la ves del mismo modo. Y en esos casos a mí me surge siempre un sentimiento de rabia e impotencia al pensar: ¿por qué el mundo es tan complicado? ¿Acaso soy tan complicada, tan exigente? ¿Por qué no puedo darle amor al que me lo da a mí?
Por último, un grado más "dramático" de sufrimiento sería vivir las dos cosas a la vez, algo que me ha pasado recientemente. Ahí te das cuenta de lo duras que son ambas situaciones. Me explico: recientemente estuve muy pillada de un chico que no me correspondió como yo quería, y al mismo tiempo conocí a otro chico que se desvivía por mí. Ahí la miseria que sentía era absoluta. No paraba de pensar: ¿por qué quiero al que no me quiere, y no quiero al que me quiere? ¿Por qué el destino me juega estas malas pasadas? ¿Se burla de mí la vida? En definitiva, ambas situaciones son de las peores que se pueden llegar a vivir en lo que al ámbito de relaciones interpersonales se refiere. Y sobre el debate de "disfrutar" rechazando a alguien, definitivamente jamás podría disfrutar con algo así, ni lo más mínimo, y tampoco veo reforzada mi autoestima. Ni de lejos.