El primero de los episodios violentos tuvo lugar junto al convento de Caputxins donde un sacerdote –de 86 años– salía del centro de culto y fue abordado por la sospechosa que, sin mediar palabra y por la espalda, le propinó varios puñetazos y lo tiró al suelo. Acto seguido, comenzó a abofetearle.
«Tiene mucha fuerza y se pone muy violenta, un día puede ocurrir una desgracia»
sale de la cárcel y agrede al rector de Sant Miquel
Parece que se pasó con el vudú la loca esta. Quizá una temporada en un establecimiento dedicado al diagnóstico y tratamiento de enfermedades psiquiátricas que cuente con internamiento le viniese bastante bien.
Lo de tirar al suelo a octogenarios avanzados y abofetearlos en el suelo tiene que acabar mal necesariamente.