Cuando todo apuntaba a que España se situaría en niveles económicos previos a la pandemia a finales de este año, según los cálculos del Gobierno, que prevé un crecimiento del Producto Interior Bruto del 6,5%, las primeras sombras se ciernen sobre el sector de la construcción, uno de los llamados a liderar la recuperación económica.
La voz de alarma la ha lanzado la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), la organización empresarial que agrupa a casi la totalidad de un sector que representa casi el 10% del PIB y da empleo a cerca de 1,3 millones de personas.
La patronal ha advertido en un estudio en el que han participado más de 300 empresas que el encarecimiento de las materias primas y los retrasos en las entregas debido a la crisis de contenedores que vive el comercio marítimo mundial han provocado que cuatro de cada diez empresas -el 39,5%- se hayan visto obligadas a cancelar o paralizar sus obras, lo que podría poner en riesgo la efectividad de los 3.420 millones de euros de los fondos europeos para destinarlos al programa de rehabilitación de vivienda.
Fuentes del sector consultadas por 20minutos han precisado que por el momento esta situación que está afectando sobre todo a las reformas en pisos particulares y locales, en auge durante los siete primeros meses del año, aún no ha llegado a la gran rehabilitación.
El informe de CNC revela que al alza de las materias primas ha incrementado de media el coste total de las obras alrededor de un 22% y que los materiales que más se han encarecido en los últimos tres meses han sido la madera (125%), la piedra (68%) y el cobre (63%). Además, un 75,6% de las compañías que operan en el sector ha sufrido desabastecimientos o retrasos inusuales durante los últimos tres meses en la entrega de materiales imprescindibles como la madera, el acero o el aluminio.
Hacen falta 700.000 trabajadores
A estos problemas, hay que añadir la escasez de mano de obra cualificada. La organización empresarial ha alertado de que no hay trabajadores suficientes para la ingente cantidad de proyectos que se pueden financiar con los fondos europeos y cifra en 700.000 el número de empleados que necesitan.
La patronal confía en que muchos de los trabajadores que se pasaron a la hostelería como consecuencia de la crisis de 2008 regresen al sector, aunque esto tampoco será suficiente para cubrir las vacantes, sobre todo en lo que se refiere a puestos cualificados.
Tampoco ayuda que los jóvenes no se sientan atraídos por la profesión. De hecho, según datos internos proporcionados por el sector, entre 2008 y 2020 el porcentaje de trabajadores menores de 34 años ha bajado en la construcción del 42% al 18% y en 2030 se jubilará el 30% de los profesionales especializados en sus oficios.
Cancelaciones y "cuellos de botella"
Este incierto panorama está haciendo que el sector ponga en duda la efectividad de las ayudas europeas. Por un lado, existe el temor de que si persiste esta situación inflacionista el presupuesto se incremente durante la tramitación de los fondos y se produzca una oleada de cancelaciones.
"Una obra tiene un planteamiento financiero en el que suele haber cierta elasticidad. Pero si se rompen ciertos límites, se rompe la capacidad de la demanda", explica Sebastián Molinero, secretario general de Andimac (Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Material de Construcción).
Por otro lado, hay una cierta desconfianza respecto a la celeridad en la tramitación de las ayudas por parte de comunidades autónomas y ayuntamientos. "Hay un peligro de indigestión, ya que la tardanza en su gestión y ejecución, unido a este encarecimiento y a la falta de mano de obra, provocará cuellos de botella que pueden terminar frenando el ritmo de la recuperación", ha opinado el presidente de la CNC, Pedro Fernández Alén.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE), Juan Antonio Gómez-Pintado, ha advertido también los "cuellos de botella" en la tramitación de licencias pueden entorpecer la gestión de los fondos europeos.
Un plan con 6.820 millones de euros
El Consejo de Ministros aprobó a principios de este mes el Real Decreto-ley para regular los programas de rehabilitación residencial y construcción de vivienda social, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), para el que se destinarán 4.420 millones de euros con cargo a los fondos europeos.
Esos 4.420 millones de euros incluyen 450 millones de euros destinados a financiar incentivos fiscales a la rehabilitación. Del monto total, 3.420 millones se destinarán a las inversiones del programa de rehabilitación para la recuperación económica y social en entornos residenciales, mientras que los 1.000 millones restantes irán dirigidos al programa de construcción de viviendas en alquiler social en edificios energéticamente eficientes.
Estas inversiones forman parte del proceso de 'Implementación de la Agenda Urbana española: Plan de rehabilitación y regeneración urbana', dotado con 6.820 millones de euros.
Yo no estuve nunca trabajando como peon aunque si he estado en obras como carpintero, algo que dejé atrás por la crisis de 2008 entre otras razones.
No me extraña que la gente no quiera volver a la obra. Es un trabajo muy sacrificado en el que metes muchas horas por poco dinero y encima jodiendote el cuerpo y arriesgando tu integridad física, por que en una obra hay un riesgo muy alto de accidente y algunos pueden ser fatales.
Por poner en situación, yo como carpintero en 2007, estaba cobrando unos 7xx euros netos y curramdo entre 11 y 12 horas al día, llegaba a los 1000 netos.
Ahora en mi trabajo actual que no requiere nada, ganó casi 1200 netos haciendo 37,5 horas a la semana y con muchísimo menos riesgo.