Existe una leyenda urbana que dice las patatas del McDonaldŽs son eternas, como Walt Disney, gracias al proceso de crionización al que son sometidas; proceso del que parece que no tiene conocimiento ni patente los chicos del pollo frito de KFC. A la vista están los resultados.
Un consumidor de ambas patatas decidió poner en contexto la duración de ambos alimentos y, allá por el 23 de diciembre de 2008, decidió hacer una prueba de resistencia metiendo ambos tipos de patatas en sendos botes cerrados.
Cualquier comida que se coloque en un tarro durante más 10 semanas debería descomponerse. Lo curioso del caso es que las papas de los dorados arcos de McDonaldŽs, frente a la patente descomposición de las patatas del Kentucky, no presentaban apenas evidencia de actividad microbiológica; al menos no a simple vista y esto no es muy normal que digamos.
Esta increíble resistencia al tiempo y a la corrupción parece ser que es gracias a los poderosos conservantes, aditivos y demás sustancias que utiliza la cadena de comida rápida en la patatas que ofrecen a los consumidores, de los que ya dio buena cuenta aquel docu-drama que se tituló Super size me y cuya cóctel de composición exacta es más secreto que la fórmula de la Coca-Cola.
Precisamente para que no venga el Coronel Sanders y les robe la fórmula de las patatas inmortales por la perilla. Eso sí, a pesar de que las propiedades intemporales de estas patatas puedan cegarnos, igual deberíamos también escuchar los consejos de gente como Michael Pollan, un periodista norteamericano especializado en temas de alimentación y gran defensor de la comida sana: ?No te comas lo que no quieren ni las bacterias, porque ellas no son estúpidas?
WTF? Me he quedado flipando de lo que es capaz la gente, pero lo de las patatas de McDonalds? Si cualquier cosa en unas semanas ya está más pocho que yo qué sé.
No sé si es algo bueno para las patatas del McDonalds o si es malo, qué mal yuyu
(Que alguien inserte las fotos, que es lo importante)