Pedro Sánchez anuncia estudio de nuevas restricciones por la sexta ola

Las hospitalizaciones diarias en España se acercan a las de hace un año sin vacunas

Los nuevos récords de transmisión contrarrestan el efecto beneficioso de la vacunación y el número de nuevos ingresos ya se aproxima al registrado antes de las Navidades de 2020

ÁNGEL DÍAZ | Madrid
22/12/2021 22:50

Se ha insistido a cada nueva ola, sobre todo en las tres últimas, que no sería tan grave como las pasadas. Se trata de una verdad a medias. Es muy probable, y absolutamente deseable, que no volvamos a sufrir una crisis sanitaria como la de marzo de 2020. Pero el coste en vidas, enfermedad y daño a la economía continúa acumulándose: una vez más, la sexta ya, se constata que un aumento en la transmisión del virus se acaba reflejando en la atención primaria, hoy saturada, y en los hospitales, que comienzan a estarlo.

Todo apunta, además, a que la nueva ola superará con creces a la cuarta y la quinta. De hecho, ya se ha batido de largo el récord de transmisión que tenía la tercera, y que se produjo después de las pasadas Navidades. También los datos hospitalarios comienzan a acercarse peligrosamente, a pesar de la ayuda de las vacunas, a los que tenía España hace un año. En las últimas 24 horas, han ingresado por Covid 1.118 pacientes, según reflejó ayer Sanidad. Un curso atrás, el 22 de diciembre de 2020, fueron 1.266.

Ese dato se refiere a los nuevos ingresos en el día. En total, ayer había hospitalizadas por Covid 7.732 personas, aún lejos -pero cada vez menos- de los 11.500 de hace justo un año, cuando prácticamente se solaparon la segunda ola y la tercera. En UCI, hay 1.466 personas, por las 1.906 de un año atrás.

La actual tendencia al alza seguirá, previsiblemente, afectando a los hospitales las próximas semanas. Aun en el supuesto de que la variante ómicron sea menos dañina, algo que aún no sabemos, está infectando a demasiadas personas. Muchas podrían ser vulnerables. Además, la variante delta, cuya virulencia es conocida, sigue tras más de la mitad de los casos en España, según la estimación de Sanidad. Por sí sola, sin contar a ómicron, delta estaría infectando a más de 20.000 personas al día, dato que, por sí mismo, supera la transmisión de un año atrás. Y, sobre ello, ómicron.

El camino que tomará la Covid en España tras Navidades es, por tanto, «imprevisible a largo plazo», apunta Antonio Guirao, investigador de la Universidad de Murcia y experto en la evolución de la epidemia. En el plazo inmediato, para las próximas dos o tres semanas, el escenario es «muy preocupante», añade. Aunque las vacunas logran reducir el porcentaje de ingresos hospitalarios, este efecto beneficioso podría contrarrestarse por la mayor transmisión que estamos sufriendo. Esa es la tendencia que, de hecho, comienza ya a verse con total claridad.

«Sumando el doble de incidencia del año pasado, en ingresos hospitalarios vamos a tener lo mismo», ejemplifica Guirao. «Esa es otra de las falacias. La tasa de mortalidad es menor, sí. Pero, si la aplicas a un total de casos enorme, al final puedes tener más mortalidad absoluta», aclara. «En números redondos, antes de las vacunas, de cada 100 contagiados, ocho ingresaban en el hospital; y ahora, cuatro de cada 100, la mitad». Las vacunas continúan siendo una gran ayuda, pero no hacen magia. Nunca la han hecho.

En términos de presión hospitalaria, el beneficio de las vacunas se traduce en que, «si logras mantener la incidencia, consigues no saturar las UCI», ilustra Guirao: «Imaginemos que hay 100 camas; si antes saturábamos llegando a 100 ingresos, a igual incidencia ahora habría 50 y sobrarían la mitad de las camas, lógicamente. Eso se puede ver como una buena noticia, pero es hacerse trampas al solitario. Porque, si la incidencia sigue creciendo y se hace el doble de antes, al final esas otras 50 camas terminarán también llenándose», razona. «Hay que hacer algo».

Coincide en la necesidad de tomar medidas Joan Caylà, portavoz de la Sociedad Española de Epidemiología y presidente de la Fundación de la Unidad de Investigación en Tuberculosis. «Este año hemos tenido cuatro ondas epidémicas; la sexta, ahora. Y el año pasado tuvimos dos, una fortísima, con una mortalidad impresionante, que espero que no volvamos a ver en la vida», recuerda. «Hay que pensar en los sanitarios», demanda. «Están todos agotados».

«Hemos tenido seis ondas epidémicas que han sido seis crisis, todo esto es muy duro», continúa Caylà. «El mejor regalo que podríamos hacer a los sanitarios es reducir la incidencia», plantea. Aunque sería también el mejor para todos: con los sanitarios «absorbidos por la Covid», otras dolencias y problemas ya están dejando de detectarse y tratarse.