Ya que el tema está candente debido a las próximas elecciones del 25-mayo, observando los numerosos comentarios e hilos sobre los distintos partidos me ha dado que pensar.
En primer lugar quiero dejar claro que en este hilo voy a hablar de política a nivel general, sin entrar en detalle de ideologías o partidos. Cualquier ejemplo o parecido con casos reales son pura coincidencia c:
La cuestión que más me preocupa es la definición de democracia y su aplicación práctica. Me surgen numerosas dudas respecto a este tema.
Entendemos como democracia la democracia indirecta o representativa, que es aquella forma de gobierno en la que el pueblo elige a una serie de representantes. Esta forma de gobierno tiene algunos fallos, a mi parecer estructurales:
- Un representante es poco elegible si no está respaldado por un partido político.
- Los partidos políticos tienden al corporativismo y a la protección de sus propios intereses, por encima de la tarea que se les ha delegado, en su caso, gobernar.
- La participación del pueblo es escasa, ejerciendo una forma muy vaga de gobierno indirecto cada 4 años.
- Resumir a un colectivo de votantes en un único representante o en un único partido de la misma opinión. Recordemos que son personas, y en cierto punto aplicarán su propio criterio, que muy probablemente será distinto al de muchos de sus votantes.
- El desprecio de las minorías, pues legalmente es posible que un gobierno con mayoría simple gobierne a favor de esa mayoría, y elabore legislación para beneficiarla o perjudicar a las minorías no votantes.
- La sugestión forma un papel clave: el más votado, en muchas ocasiones, es el que mejor se expresa o el que tiene un semblante más acorde a lo esperado. Y esto puede provocar que, quizá, el que más votos tiene no es el que mejor podría gobernar.
¿Qué os parecen esos fallos? ¿Son despreciables? ¿Podría darse el caso de una democracia representativa que pueda escapar de ellos?
Mi opinión es que la democracia representativa es un sistema de gobierno lento e ineficaz. Para que una empresa vaya bien, raro es el año (o el semestre) que no hay rotación de alguno de sus directivos. A mi juicio, un país debería ser como una empresa, donde los mejor preparados sean los que gobiernen en base a unos criterios generales. Creo que se podría lograr mucho más en una tecnocracia contitucional.
El segundo punto a debatir es la libertad de expresión/libertad de ideología. Todos conocemos de la existencia de temas candentes, como los insultos por redes sociales, los comentarios poco afortunados de políticos, las manifestaciones y contramanifestaciones, etc.
En la práctica, la libertad de expresión es poco realizable. Las corporaciones (entre las que se pueden considerar los partidos) utilizan las herramientas del estado de derecho a su favor. Esto estaría muy bien si se aplicara de base, pero en la práctica no es así. En conclusión, tu libertad de expresión puede verse coaccionada por otro poder mayor, como la empresa para la que trabajas o el partido que gobierna en ese momento.
De cualquier modo, aunque se haga la ilusión de una libertad expresiva o ideológica, esto no es así. Existen ciertos pensamientos u opiniones socialmente rechazados y considerados indefendibles, aunque esto mismo atente contra el derecho de la libertad de expresión o ideología. Y aquí hay muchos ejemplos: racismo, pedofilia, sectarismo, asociaciones pro-droga, etc.
En conclusión, según mi criterio, defendemos la libertad de expresión, pero sólo cuando interesa. Si esto no fuera así, no prohibirían partidos o manifestaciones a favor de cosas moralmente despreciables, como el terrorismo. La propia existencia del delito de "apología de..." es una burla a la libertad a expresarse.
Muy acorde con el punto anterior, en el tercer punto voy a hablar sobre la ley y las prohibiciones, referidas a los conceptos anteriores.
Según mi experiencia, el ser humano tiene la tendencia a demonizar aquello que considera moralmente reprochable. Llegado a este punto, impone su criterio a otras personas, aunque no les afecte a ellas directamente lo que esas primeras hagan con su vida. Esto y la inercia de religiones y formas de gobierno anteriores crean un panorama curioso:
- Se prohiben algunas cosas perjudiciales, aunque otras no. Y esto puede ser porque algunas están socialmente aceptadas y otras no.
- Se prohiben libertades que algunos consideran innatas al propio ser, aunque moralmente reprochables (eutanasia, masoquismo, aborto).
- Se prohiben acuerdos y acciones entre personas que positivamente los aceptan (sadomasoquismo, sexo consentido con menores, compraventa de drogas, homosexualidad(fuera de España)).
¿Es positivo que la ley entre en el ámbito privado de las libertades vitales de una persona, mientras no afecte a otras? ¿La ley debería ser incluso más dura, estableciendo un patrón determinado de conducta?
Perosnalmente, el hecho de introducir leyes en los aspectos privados de cada persona lo veo un aberración. Si yo quiero reventarme a fumar porros, y no influyo en la vida de nadie más, creo que es injusto que una ley me lo prohiba. Igualmente, si de mutuo acuerdo con otra persona acordamos una agresión de cualquier tipo, considero que forma parte del ámbito privado entre personas, y que el resto no tiene ningún derecho a opinar ni a prohibir.
Entrando en temas más controversos, existen algunas otras cuestiones que, si bien no afectan directamente a otras personas, tienen la potencialidad de hacerlo:
- Algunas opiniones políticas se consideran ilegales, especialmente aquellas que buscan el perjuicio de minorías o el beneficio de otras minorías. Tanto es así que no sólo se prohibe esa forma de gobierno, sino que el simple hecho de exponer esa opinión se considera un delito.
Este punto plantea cuestiones muy interesantes. ¿Dónde está el límite a la propia ideología? ¿Se debería prohibir una forma de pensamiento por considerarse contraria a los estándares socioculturales?
Mi punto de vista es que es interesante definir unos patrones base sobre los que legislar, como el derecho a decidir tu forma de vida, a no ser molestado, etc. Todo lo demás, a mi parecer, son ganas de joder y de quitar competencia a lo que ya está (impedimentos legales a nuevas empresas energéticas, prohibición del alcohol inhalado, cigarrillo electrónico). Mi criterio es que la política debe evolucionar, y el hecho de crear unas legislaciones cada vez más complejas y contradictorias no es algo positivo, puesto que limitan cualquier cambio e interfieren con el derecho (porque a mi parecer, es un derecho) a la libertad de vivir como uno quiera.
Os dejo estas cuestiones para que relfexionéis, porque estoy seguro de que ya os las habéis planteado, y probablemente habréis llegado a conclusiones distintas.
RPV: Es un debate, si no te lo has leido todo, mejor ni comentes.