Población en las cárceles a nivel mundial

ChaRliFuM

Mirando por internet me he encontrado un estudio bastante curioso que habla sobre la población mundial de presos.

Grosso modo es un estudio que se realiza anualmente con el número de reclusos que hay en 222 países. Resulta curioso analizar los datos porque hay puntos que son bastante llamativos y sirven para desmontar algunos tópicos.

Un resumen básico del artículo:

·Hay 10,2 millones de presos en todo el mundo, según los datos de la ONU en 2013 la población mundial ascendía a unos 7.100 millones de personas lo cual deja una media de un ratio de unos 144 presos por cada 100.000 habitantes.

·El país con un mayor índice de presos por habitante es EEUU con un ratio de 716 presos por cada 100.000 habitantes. Cuba y Rusia están también entre los países con mayores índices de reclusos por habitante (510 y 475 respectivamente).

·En cuanto a número de presos destaca por encima de todos EEUU que cuenta con una población de presos de 2,24 millones, o lo que es lo mismo, prácticamente 1 de cada 4 presos del mundo se encuentra en EEUU. China tiene una población de presos de 1.640.000 sin incluir al menos otros 650.000 que están en prisión preventiva o "detención administrativa". En similares circunstancias hay 150.000 presos en Corea del Norte.

·En Europa los números son mucho más moderados y si comparamos España con países de nuestro entorno nos damos cuenta de que el ratio de reclusos en nuestro país es sensiblemente mayor que en países como Alemania, Francia, Italia (entre 79 y 106 mientras que en España es de 147)

Llama la atención el desproporcionado ratio de presos/habitante que hay en EEUU y al mismo tiempo sirve para tirar abajo uno de los grandes mitos que dice que leyes más duras sirven para evitar que la gente delinca habitualmente. Por otro lado también refleja que nuestro Código Penal a pesar de que pueda parecer bastante suave, es, sin embargo, uno de los más duros de Europa ya que a pesar de que España tiene un índice de criminalidad bastante bajo (similar al de Alemania e incluso inferior en a los de Francia, e Italia), tenemos un ratio de presos sensiblemente mayor.

Los datos completos en: http://www.derechopenitenciario.com/comun/fichero.asp?id=3377

¿Os ha resultado curioso u os ha llamado la atención alguno de los datos presentados?

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1 comentario moderado
Fit1

Y más que deberían ser aquí, de no ser por el sistema judicial de un país que está en decadencia.

viva el vino!!

Ninja-Killer

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/07/130711_eeuu_carceles_privadas_lobby_reforma_migratoria_wbm.shtml

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Fit1

http://www.youtube.com/watch?v=ZMMPbH6DAhE juejjj

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NuKeD

Ayer me he visto los reportajes de la sexta sobre carceles y madre mia.... en España son palacios entre rejas si comparamos xD

blackoN

#1 Te recomiendo que te veas el programa de LaSexta sobre las cárceles.

http://www.mediavida.com/foro/tv/encarcelados-docushow-carcelario-lasexta-489542

Hay cosas muy bastas y que te dejan mal cuerpo.

Y

Si los fusiláramos a todos no habría que hacer ningún tipo de recorte, ahí dejo la propuesta

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Mepiro

#1 El gran problema de España no es que su codigo penal sea suave, ... El problema es que esta totalmente descompensado, en España es más grave insultar a un político que robar millones de euros, etc...

Y lo peor de todo es que hay un sector de la población al que no se le aplica este código penal.

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B

España es el país de la Unión Europea con mayor número de presos por habitante. Sólo destacamos en todo lo malo.

Artículo basado en el instrumento de pedagogía para la cultura jurídica titulado
“Otro Derecho Penal es posible;
Desenmascarando mitos que sostiene el Derecho Penal”

Me decía un recluso recientemente en prisión que “aquí se entra pero ya nunca se sale”, frase apocalíptica que me dejó frío y que me ha hecho reflexionar mucho, pues socavó los cimientos de la estructura jurídica sobre la que se había fundamentado, en otro tiempo, mi confianza en una Justicia que, como organización administrativa por desgracia no existe, aunque siempre existirá como Valor superior.

A partir de ese momento, he tratado de comprender tan terrible aseveración, al tiempo que he accedido a importantes estudios específicos cuyo objetivo esencial ha sido y es desmitificar las muchas quimeras y falsedades que están arraigados en la opinión pública en torno al mundo de la delincuencia y nuestro código penal.

De todos los instrumentos punitivos de los que dispone el Estado par dirimir los conflictos sociales más graves, el instrumento jurídico político de base ideológica más ilustrativo de su poder punitivo es el Código Penal.

Un conjunto de normas cuya eficacia y capacidad operativa “salpica” a la sociedad entera, especialmente cuando los medios de comunicación más conservadores y sensacionalistas, se esfuerzan por crear la atmósfera propicia para generar alarmas sociales que, muchas veces, persiguen influencia en el legislador, inspirados en el indecente concepto de la “rentabilidad social” que raya en el revanchismo más deshumanizador y vulnera el principio de “la intervención mínima”.

Este fenómeno social ha generado no pocos mitos en torno a la realidad de la delincuencia en nuestro país, así como la falsa y generalizada creencia social de la presunta magnanimidad de un código penal que, por el contrario, constituye uno de los instrumentos más duros y represivos, que no eficaces ni siempre necesarios, del entorno occidental.

Uno de los mitos más arraigados en la sociedad española es el de que el grado de delincuencia en la sociedad española es de los más altos de Europa, cuando lo cierto es que la tasa de criminalidad media en España en el año 2008 era del 46,7% frente al 70,4% que era la media de los países de nuestro entorno, de forma que el agravamiento punitivo de las penas, en general, no tiene su causa en aquella, sino en el hecho de haberse tipificado como delictivas conductas que hasta entonces fueron sólo infracciones administrativas, (como los delitos contra la seguridad vial), por lo tanto la tasa objetiva de delitos, es una cosa, y otra muy distinta la percepción que la población tenga de la delincuencia real, “gracias”, en gran medida, a que los medios de comunicación han pasado de dedicar a estos sucesos de un 15% de sus espacios en 1994 a un 30,8% en 2009.

Sin embargo, ello explica el que, paradójicamente, la población reclusa se haya cuadruplicado desde 1980 hasta 2009, siendo el país con el mayor índice de reclusos de la Unión Europea con 166 por cada 100.000 habitantes, algo explicable debido a la eliminación de la redención de penas por el trabajo en 1995, el endurecimiento de algunas otras y un acceso cada vez más difícil al tercer grado y al disfrute de la libertad condicional.

Otra falsa leyenda muy arraigada en nuestra sociedad, es la presunta suavidad del Código Penal español, al permitir, supuestamente, que los delincuentes entren por una puerta y salgan por otra sin cumplir nunca buena parte de sus condenas, o, en su defecto, pasen un pequeño espacio de tiempo en prisión para salir enseguida en libertad cuando la auténtica realidad es que todo penado cumple íntegramente las penas impuestas (la gran mayoría en segundo grado penitenciario), incluidos quiénes disfrutan parcialmente del tercer grado y de la consiguiente libertad condicional (sólo en torno al 20% de los penados) y siempre sujeta a estrictos y exhaustivos controles.

Relacionado con este mito, justo en un momento en el que los más reaccionarios sectores de la sociedad (salvo la voz de las víctimas, cuyo dolor respeto pero cuya exigencia no comparto), alzan su voz clamando por “la cadena perpetua”, es de justicia manifestar que, tan drástica medida ya existe de hecho en nuestra legislación, aunque camuflada bajo mil u un engranajes jurídicos, realidad contra la que alzo mi voz por contravenir la dignidad humana, ya que los límites penales resultantes de los concursos real e ideal de los delitos no son de aplicación cuando al enjuiciado se le somete a procedimientos sucesivos en el tiempo, supuestos en los cuales se acumulan las penas impuestas por cada uno de ellos, dándose la cruel realidad de que muchos de estos condenados lo son por delitos de menor entidad y nunca de sangre que, por mor de esta retrógrada e inhumana regulación, convierten en quimera la posibilidad de la libertad condicional y, por lo tanto de cualquier posibilidad de rehabilitación, para estos delincuentes (contraviniendo la doctrina del Tribunal Penal Internacional).

Como consecuencia de la presión ejercida por los apologetas del endurecimiento de las penas aprovechando casos aislados especialmente cruentos, el Sistema, aprovechando la circunstancia de la corriente social a su favor, suele expandir ese recrudecimiento sancionatorio a otros delitos de carácter menos grave como, por ejemplo, los delitos contra el patrimonio o contra la salud pública (drogas) que representan el 66% del total, frente al 14% que serían los que podrían avalar tan drástica modificación; fenómeno éste conocido como “vis expansiva del derecho penal”.

Otro mito carente de la menor objetividad, es que la población reclusa refleja la realidad delictiva de la sociedad, una tesis falsa que se demuestra sencillamente, constatando como hay sectores sociales que se criminalizan por principio, mientras otros, los conocidos como delitos de “cuello blanco” o los de todo tipo de corrupción a que nos tiene acostumbrados altos cargos de la administración y de las oligarquías, resultan casi siempre impunes, de la misma manera que se facilita la excarcelación de ciertos reclusos atendiendo a su extracción social, vulnerando la teórica igualdad ante la ley de todos los ciudadanos.

Mención aparte requieren la atención manipulada que los medios de información prestan a la inauguración de nuevas instalaciones carcelarias, especialmente a “sus lujos y excesivas comodidades, con especial referencia a las piscinas que, dicho sea de paso, jamás son disfrutadas por los internos, entre otros motivos, porque la única ocasión que contienen agua, es la del día en que las “cámaras” televisivas fijan su atención en ellas, con el fin de provocar la ira popular, así como la desproporcionada alarma social que multiplican por muchos enteros cuando, excepcionalmente y por desgracia algún peligroso delincuente, aprovecha un permiso para fugarse o volver a delinquir, excusa aprovechada para tachar al instrumento penitenciario de los permisos de salida como algo que debiera restringirse o incluso erradicarse, cuando el dato cierto es que los internos que no reingresaron a prisión tras disfrutar de un permiso ordinario o extraordinario fue de 5,4 por cada mil en el 2009 (siete veces menos que treinta años antes), porcentaje todavía menor si se trata de permisos de fin de semana cuyo tasa fue del 0, 186 por mil en 2008.

Igualmente, se han alzado voces muy consolidadas socialmente, reclamando la progresiva extensión de la normativa penal diseñada para los adultos a menores de edad, (siempre aprovechando terribles sucesos esporádicos y aislados de funesto recuerdo), una recrudecimiento represivo que ya comenzó desde que la edad penal fue fijada en 1995 en el código penal en los dieciséis años y en la legislación de menores en 2000, medidas altamente polémicas, si de lo que se trata es de tratar de recuperar a los menores delincuentes a una vida social en plenitud, objetivo todavía más difícil desde que el Estado ha hecho dejación de funciones privatizando la gestión de unos tratamientos que tendrían que gozar de las máximas garantías y de los controles más exhaustivos.

Quién sacudió mi conciencia con la apologética convicción que ha inspirado esta reflexión, no sabía que propiciaría un artículo cuyo fin es quitarle la careta a mitos tan consolidados como falsos y llevar un poco de luz sobre la dramática realidad de una delincuencia que, más allá de estadísticas, constituye la más evidente prueba del fracaso de una sociedad.

Fuente: http://laventanaesmeralda.blogspot.com.es/2013/01/mitos-t-falsedades-sobre-la.html

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fylloa

si metemos a toda la panda de corruptos en la cárcel (que es donde deberían estar) nos ponemos en cabeza del ranking.

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B

Que los echen a todos a una isla y funden un nuevo estado.

M

El mejor país del mundo donde cometer un delito es NORUEGA

3 respuestas
B

#13 Eso es lo que se llama un país humanitario, un país donde priman los valores. Siempre que pienso que las culturas donde hablan lenguas germánicas han sido responsables de la mayor parte de los males del mundo, pensando sobre todo en Inglaterra, Estados Unidos y Alemania, recuerdo que aquellas lenguas tienen su origen más remoto en Escandinavia y que no puedo criticar dos países tan maravillosos y ejemplares en todos los aspectos como Suecia y Noruega.

1 1 respuesta
ChaRliFuM

#10 Lo que ocurre es que la sociedad percibe el "Derecho Penal" de una forma distinta a quienes estudiamos Derecho.

La sociedad es puramente "finalista", es decir, piensa que las penas deberían estar ligadas al resultado lo que lleva por ejemplo a dar la misma importancia y la misma reprochabilidad penal a un homicidio imprudente que a un asesinato. Partiendo de esta base es difícil que la sociedad perciba el Derecho Penal como un instrumento preventivo en vez de un instrumento represivo. Si la sociedad tiene esta percepción, el propio legislador tiende a aprobar disposiciones penales en consonancia con la sociedad, de ahí que nuestro Código Penal siga siendo uno de los más duros y represivos de Europa.

1 respuesta
S

Estados Unidos, el país de la libertad.

2 2 respuestas
B

#13

Si estás ya a las últimas, antes de ir debajo un puente, matas a X personas y ale, hacia el chalet que te vas xD

3 respuestas
TrenboBrah

#17 +1 es lo que yo pienso.

Pero no matar, sino atracar un banco. Si te sale bien eres rico, sino pues vives ahí de puta madre durante X años.

1 respuesta
B

Y en las cárceles con tanta porquería, lo que habría que hacer es limpieza. Hay claros casos en los que la rehabilitación no es posible, y además, los condenan a tropocientos años pagados por nosotros.

Si no se puede rehabilitar o es reincidente: boom, headshot.

Juasquemelol

#14 No se como se puede ser humanitario con seres inhumanos principalmente con terroristas,asesinos y escoria parecida.

evilsol

esos americanos ahi xD, mas presos que china con la cuarta parte de poblacion.

putos comunistas opresores

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karlosin

#16 comentario demagogico a mas no poder... la gente si comete un crimen se le ha de ajusticiar, sino, no puede imperar la libertad si no hay un orden cívico.

habría libertad si en cualquier momento alguien peude entrar a tu casa y asesinarte? pues eso.

#13 eso es una cárcel o hotel? XDD

#21 una manera de ver si un país es democrático y pleno en libertades civiles es ver el numero de presos políticos, y creo que Cuba en ese tema pincha bastante, ahora EE.UU si eres demagogo de llamar preso politico a un terrorista pues tu verás pero no es un preso politico, es como llamar presos politicos a los etarras que han asesinado a gente inocente...

Pero para mi un preso politico son aquellos que se meten en la carcel por sus ideas, en el momento que delincan ya dejan de serlo.

De todas maneras, en el caso de que los hayan, es algo que se debería evitar a toda costa, a nadie deberían de encerrarlo por sus ideas, pero si por sus actos delictivos

2 respuestas
B

#16 Tienes la libertad de elegir para qué empresa realizar trabajos forzados en la cárcel. Tu argumento es inválido.

S

#22

Guantánamo.

Jotauvece

#18 joder, todo son ventajas

evilsol

#22 pero quién ha hablado de presos políticos y demás muchacho.

zazgan

Me gustaría saber el % de extranjeros que están en nuestras cárceles dudo que haya mucho español.

#17 Ya me dirás que culpa tienen esas personas de que estés en la miseria.

Atraca un banco o algo ... no me fastidies.

2 respuestas
B

#17 No creo que esas sean las cárceles genéricas de Noruega sinceramente

S

#27

En torno al 35%, tan simple como usar Google.

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ekOO

#27 Más de un 60% de los presos, aproximadamente, son españoles. Pero no, apenas hay españoles en las prisiones.

Podemos hablar de porcentajes con respecto a la población, pero afirmar que no hay casi españoles en las cárceles es una barbaridad.

Además, no es muy relevante el lugar de procedencia en esto de las cárceles. Los factores son otros, evidentemente.