Mujer harta de los ruidos y molestias que ocasiona un bar que sobrepasa la hora de cierre tanto del local como la terraza, e impotente ante la pasividad policial, decide bajar y cantarle las cuarenta al dueño y poner de vuelta y media a varios clientes, incluidos unos policías.
Los policías que están cafeteando son nacionales, por lo que imagino que no es competencia suya perseguir la supuesta infracción administrativa del bar.