#150
Hombre, un grande.
Lo descubrí hace meses.
La estrategia de la distracción, que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas.
Crear problemas y después ofrecer soluciones, como permitir una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
La estrategia de la gradualidad. Los cambios se aplican poco a poco porque de ser aplicados de una sola vez provocarían una revuelta social.
La estrategia de diferir o "el mal necesario". Si se presenta una decisión impopular como dolorosa pero necesaria, la aceptación del público respecto a la misma mejora.
Dirigirse al público como criaturas de poca edad: "Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad".
Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión, lo cuál es una técnica clásica para causar un cortocircuito en el análisis racional de las personas.
Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad: "La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores".
Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Así, se promueve al público a creer que ser estúpido, ignorante, vulgar o inculto está de moda.
Reforzar la auto-culpabilidad, de forma que el individuo crea que solamente él es el culpable de su propia desgracia.
Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen, con el objetivo de ejercer un mayor control y un gran poder sobre estos, mayor que el de los individuos sobre ellos mismos.