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La Audiencia Nacional investiga como atentado yihadista un intento de atropello múltiple en Murcia
El conductor dejó una carta asegurando que era un atentado, y un testigo le vio hacer la oración "de despedida". Irrumpió con el coche en una terraza en Torre Pacheco y murió un hombre
Una carta de despedida siguiendo las reglas radicales islamistas, un testigo que asegura que el agresor hizo el gesto de la unicidad antes de intentar perpetrar un intento de atropello múltiple han llevado a que las investigaciones sobre los hechos del pasado viernes en Torre Pacheco (Murcia) se estén investigando ya en la Audiencia Nacional como un atentado terrorista.
El conductor del vehículo, un joven marrquí de 30 años, se hizo, además, heridas a si mismo con un arma blanca antes de arrollar una terraza y empotrar el coche contra un edificio
Las pesquisas de la Audiencia están bajo secreto de sumario. El presunto agresor murió a consecuencia del impacto contra la vivienda. A consecuencia de su atropelló murió una persona que estaba en el bar.
El agresor vivía en la población en un apartamento, solo. Los agentes encargados de las pesquisas han registrado su vivienda sin encontrar nada destacable.
Pero en el interior del vehículo, sí localizaron un escrito en el que presuntamente el autor del ataque aseguraba que su acción era un atentado terrorista y apuntaba fórmulas utilizadas por los radicales en sus textos, por lo que se investiga si se trata de un 'lobo solitario'.
El vehículo que utilizó era prestado. Inicialmente se pensó que conducía a gran velocidad porque había un segundo vehículo que lo perseguía, pero esa tesis fue rechazada en poco tiempo por los investigadores. La localización de la nota fue esencial para que los juzgados de la localidad si inhibieran y lo enviaran a la Audiencia Nacional. Los agentes encargados de las pesquisas son especialistas en yihadismo.
Pero más clave fue el testimonio de un testigo que vio al agresor, antes de apretar a fondo el acelerador, realizar "rezos de despedida", el gesto de unicidad, con las manos en alto, antes de iniciar su presunta carrera suicida.
Los investigadores están elaborando el perfil del agresor, quien inicialmente no parece tener antecedentes ni datos objetivos que apuntaran a su radicalización.
También se está analizando el posible uso que haya podido hacer en redes sociales y su acceso a páginas de autoradicalización.