El ayuntamiento de Orihuela, del PP, promueve un vergonzoso libro de poemas presentado como homenaje a Miguel Hernández
El Ayuntamiento de Orihuela, gobernado por el PP, ha invitado a la presentación de un libro que, según el Consistorio, pretende homenajear a Miguel Hernández en el centenario de su nacimiento. En sus textos, torpemente redactados y con dudosas rimas, abundan las críticas al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
"Quisiera borrar su nombre, / creando el odio a la patria, / desgarrando su bandera, / destruyendo monumentos, / en honor de ese felón de Carrillo, / que a más de asesino es pillo".
Miguel Barcala Candel es el autor de estos poemas en los que hay odas a la presidenta madrileña. Uno de los poemas, 'Ruego a Esperanza Aguirre', reza así: "La verdad, cuando tu boca le sirve de tribuna / se abre paso con más fuerza que ninguna. / Sabedora que la belleza gusta vestirse de sonrojo / tiñes tus mejillas con la sangre que haces brotar / de los rostros estupefactos de los rojos" / "Esperanza no te rindas y planta cara / a cualquiera que nos lleve a la derrota / a Gallardón y a leonés que nos gobierna / de una forma suicida y manirrota".
Esperanza Aguirre, se convierte en idolatrada en textos en los que también hay, cómo no, elogios a la alcaldesa de Orihuela, la popular Mónica Lorente, promotora del libro que ha sido distribuido en dos colegios de la localidad, según ha apuntado la oposición socialista. "Por primera vez en la historia de Orihuela / una mujer preside la alcaldía; / con mano firme, guante de seda y sonrisa acogedora / marcha en el cortejo desfilando la alcaldesa / con su porte elegante de señora".
Y hay más. Poemas también con tintes machistas. 'El solterón' se llama otro que asegura que: "La quiero noble, virtuosa y entendida / Pero que en nada ella se destaque / Buena de salud y sin achaquez, / Pero no sea superior a mi, la pretendida" / "Que vista correctamente y no liviana. / Limpia, decente y nunca casquivana / Magra de carnes que ya la edad la hará pesada / pero ¡por dios! que no sea pródiga la condenada.
Me parece, patético, irrisorio, deleznable y triste.