Procesado el exministro del Interior y su cúpula policial por el espionaje ilegal al extesorero Bárcenas
El juez concluye la investigación y archiva la causa contra Cospedal y su marido, el empresario López del Hierro.
El calvario judicial del PP escribe este jueves un nuevo capítulo. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha propuesto enviar al banquillo a la cúpula política y policial del Ministerio del Interior del primer Gobierno de Mariano Rajoy (2011-2015) por la operación de espionaje a Luis Bárcenas urdida en 2013, que tenía como presunto objetivo arrebatar al extesorero popular papeles comprometedores para altos cargos del partido y así evitar que llegaran al juez Pablo Ruz, que entonces investigaba el caso Gürtel y la caja b de la formación. García-Castellón inflige así un duro golpe a la principal fuerza de la oposición, liderada por Pablo Casado, pero archiva las pesquisas contra su exsecretaria general, María Dolores de Cospedal, y su marido, Ignacio López del Hierro, por la “debilidad” de los indicios contra ellos. Ambos se encontraban imputados hasta ahora y la Fiscalía Anticorrupción los señala como la otra pata, la política, que ordenó este despliegue irregular.
Tras cerca de tres años de investigación, García-Castellón considera que ya tiene suficientes pruebas para enviar a juicio al núcleo duro de Interior por una operación pagada con fondos reservados y hecha a espaldas del juez Ruz, que investigaba la financiación ilegal del PP. El magistrado concluye en su escrito que todo el grupo de policías y ex altos cargos se movía con idea de “acceder a documentación e información en poder de Bárcenas para desviarla del proceso judicial en curso”. Este era, incide el auto, “el vector” en común de los implicados y “el fundamento de la operación”. “Y existen indicios que permiten sostener que se materializó el acceso a la información que guardaba el [extesorero]”, remacha el instructor.
Con esta iniciativa, García Castellón, titular del juzgado Central de Instrucción 6, deja a un paso del banquillo a Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior cuando se desarrolló Kitchen —entre julio de 2013 y julio de 2015—; a su número dos, Francisco Martínez, ex secretario de Estado de Seguridad; y a parte de la cúpula policial de entonces: desde el director adjunto operativo del Cuerpo, el comisario Eugenio Pino, hasta el también comisario José Manuel Villarejo, imputado en una treintena de investigaciones donde se le acusa de dirigir una mafia policial que delinquió para favorecer a particulares, empresarios y al PP. En total, según el auto, procesa a 11 personas por el espionaje a Luis Bárcenas.
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Parece una telenovela. Increíble que no siga imputada Cospedal. Y más increíble aún como M. Rajoy pasa de puntillas por todos estos temas, cuando era el máximo responsable de todo.