Todos sabemos el impacto que tiene una imagen o un vídeo de los daños de un atentado en la sociedad. La publicación de vídeos o de imágenes nos hace plantearnos una serie de preguntas como ¿dónde están los límites?, ¿los hay?, ¿a quién beneficia?; y por esta última pregunta es por que abro este hilo de debate. Desgraciadamente hemos de entrar en esta dialéctica y deberíamos plantearlos si no estaremos colaborando en el objetivo de propagar sus intereses y por tanto el odio y la desconfianza social que buscan grupos terroristas.
*Me gustaría dejar al margen el debate de si es ético grabar a alguien muriendo mientras grabo (y más sin ser periodista) y luego subirlo a la red independientemente del objetivo, y que nos centráramos en si el propagar imágenes de los atentados es colaborar con el objetivo terrorista .
Normalmente los periodistas llegan a justificarlo basándose en su código deontológico, y que el objetivo de su profesión es contar lo que pasa. Bien, parece pues que, en casos como estos, el objetivo del periodismo beneficia o se alinea con el de los grupos terroristas. Así de terrible puede llegar a ser esta cuestión.
Entiendo que hay argumentos contrarios como que no hay que censurar la realidad, etc., que surgirán a lo largo del debate, pero... ¿pesan más los argumentos a favor de publicar que en contra?