La forma de comportarse de Pablo Picasso en su vida hoy está siendo respondida, medio siglo después de la muerte del artista. Incluso se han organizado protestas en su museo de Barcelona, denunciando que fue un maltratador y un abusador de mujeres.
Denuncias que han llegado incluso a conferencias como la celebrada con motivo del 50 aniversario de la muerte del pintor. En ella, la académica de Bellas Artes y catedrática en la Universidad Complutense, Estrella de Diego, que ha notado que entre su alumnado hay quien quiere enterrar al autor con su obra.
"Si hay un artista que define el siglo XX, que lo representa con toda su crueldad, violencia, pasión, excesos y contradicciones, ese es, sin duda, Pablo Picasso", asumía en estos días Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deportes de España. El dedo en la llaga.
Las activistas feministas denuncian que Picasso representa los arquetipos del machismo, y lo equiparan a un «minotauro», diciendo que era un «genio violento» que destrozó la vida de sus parejas.
Cada vez más voces se alzan en Francia contra la figura del artista inventor del cubismo. Así lo ha hecho la periodista Sophie Chauveau, que además de participar en el podcast de Beauzac, ha decidido publicar un libro con una revisión crítica de la figura del pintor: Picasso: la mirada del minotauro.
El libro denuncia «el control irresistible y devastador del genio sobre todos aquellos que lo amaban», según explica la propia autora: «Un genio y al mismo tiempo un hombre violento y destructor». Según Chauveau, todos los artistas del siglo XX fueron «contaminados» por el virus del genio de Picasso. Sus familiares, las mujeres de su vida y sus amigos tampoco han escapado al poder irresistible y a veces devastador de su influencia. Desde el terremoto de la noche de Navidad de 1884 en Andalucía, en medio del cual el pequeño Pablo, de tres años, asiste petrificado al caótico nacimiento de su hermana y al sufrimiento de su madre, hasta sus últimos años en los que, como un semidiós, es adulado por todo el planeta. Sophie Chauveau hace un retrato de las dos caras de Picasso. Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, cinco años después de la conmoción del Guernica, Pablo Picasso tenía casi 65 años. «Un monstruo consagrado que se hunde, cada vez más decididamente, en un laberinto cuyas paredes modela, arrastrando consigo a sus esposas, a sus hijos, a sus seres queridos. Universalmente adorado, escapa a la muerte congelando la vida, creando cada día, sin descanso, una obra titánica que parece no terminar nunca», reza la periodista en la sinopsis del libro.
https://unherd.com/2022/03/how-pablo-picasso-abused-his-muses/