En los últimos años, los avances en neurociencia han posibilitado el estudio de los más complejos comportamientos humanos. De entre ellos, destacamos hoy una línea de investigación, iniciada hace 60 años, que intenta buscar una explicación a los comportamientos etnocentristas (racistas y homófobos, sobre todo), autoritarios y políticamente conservadores. Todos los estudios concluyen que estas ideologías podrían estar ligadas a aptitudes mentales más bajas.
Los etnocentristas tendrían menos aptitudes mentales
Los científicos Kristof Dhont y Gordon Hodson, trabajadores del Department of Developmental, Personality and Social Psychology de la Ghent University y del Department of Psychology de la Brock University respectivamente, publicaron el pasado año un artículo que recapitulaba y resumía los estudios más importantes llevados a cabo en este sentido. La conclusión es que los adultos con prejuicios sobre grupos minoritarios de la población obtienen menores puntuaciones en diversos tests de inteligencia, entre ellos tests de lectura, de aptitud mecánica y de inteligencia en general. Esta relación ha sido confirmada también en estudiantes y niños por numerosos estudios. Por ejemplo, uno de ellos realizado en 1964 constataba que niños especialmente prejuiciosos de 7 años habían desarrollado más prejuicios 9 años después, y que en ambos casos las puntuaciones obtenidas en tests de inteligencia eran menores de lo normal.
Por otro lado, la realización en 2010 de un análisis masivo de información reforzó la tesis de estos investigadores. En él se estudiaron estadísticamente los participantes de 92 trabajos sobre este tema, lo que daba un total de 29.209 personas, y se reportó efectivamente la relación negativa entre las aptitudes cognitivas y el desarrollo de conductas etnocentristas y autoritarias.
Sin embargo, sobre todo en el caso de los niños estos resultados deben tomarse con precaución porque tal vez otros factores puedan influir en el desarrollo de conductas prejuiciosas, como el nivel socio-económico o la educación. Por ejemplo, los niños con mayores recursos económicos podrían acceder más fácilmente a una educación multicultural, así como a más altos logros educativos, lo que se traduciría generalmente en el desarrollo de menos prejuicios. Sin embargo, la conclusión de los estudios es que sí existe una relación entre menos inteligencia y prejuicios, aunque aún no se ha podido responder al por qué de este fenómeno.
El conservadurismo, producto de una visión simplista
Esta revisión trata también las ideologías conservadoras, definiéndolas como aquellas que proporcionan una visión muy ordenada y estructurada de la sociedad, y que pretenden defender las normas y convenciones tradicionales. Por ello, afirman que teóricamente serán las personas con menores habilidades mentales las que se verán atraídas por la derecha política, puesto que ésta reduce la complejidad del mundo en el que vivimos. Por el contrario, las personas con mayor capacidad estarán mejor situadas para entender el dinamismo de las sociedades lo que, al parecer, les facilitaría la adhesión a posturas abiertas y de izquierdas. Más bajas aptitudes mentales estarían relacionadas, además, con ideologías autoritarias e, incluso, religiosas. Estudios empíricos también confirman esta hipótesis. Algunos de ellos, realizados a niños entre 2008 y 2012, afirman que menores habilidades intelectuales aumentan la probabilidad de que el niño se adhiera a posturas conservadoras en su adultez.
Sin embargo, las personas situadas en los extremos del arco político, la ultraizquierda y la ultraderecha, poseerían grandes capacidades cognitivas, lo que conllevaría una mayor tenacidad a la hora de mantener sus dogmas y sus puntos de vista. Por tanto, estas posturas se relacionarían con ciertos tipos mentales y no con menores capacidades intelectuales.
Los autores de esta revisión proponen un modelo de comportamiento que explicaría estos resultados. La teoría, a la que llaman “Habilidad cognitiva y estilo de evaluación” o CASE, afirma que las personas con menores habilidades mentales percibirían como una amenaza los contextos cambiantes y dinámicos. Por ello, se verían más atraídas por ideas ordenadas y estructuradas del mundo como la religión, el conservadurismo o los distintos ejemplos de etnocentrismo, que les permitirían prevenir estas “potenciales amenazas” al defender el status quo. Esta reacción conservativa sería básica y natural, pudiendo encontrar numerosos ejemplos de ella en el mundo animal.
Enlace a la noticia: http://www.medciencia.com/son-los-racistas-y-los-conservadores-menos-inteligentes/
Enlace al estudio completo (está en inglés): http://theconstitutionalistblog.com/wp-content/uploads/Dark-minds_Republican-thinking.pdf