El presidente del PP y candidato a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que respetará lo que diga el Tribunal Constitucional (TC) pero no está de acuerdo con el derecho de adopción de los matrimonios homosexuales, según afirma en una entrevista en el diario gratuito '20 Minutos'.
Preguntado sobre si eliminaría el derecho de adopción de los matrimonios homosexuales si llegara al poder tras las elecciones del 9 de marzo, dijo: «Esperaré al recurso del Constitucional, pero cambiaría el derecho a adoptar, les quitaría ese derecho».
Rajoy expresaba así su desacuerdo ante el derecho a adoptar de los matrimonios homosexuales que reconoce la ley, recurrida por su partido ante el Tribunal Constitucional por el uso de la palabra matrimonio.
A la espera de que se pronuncie la Justicia sobre el recurso, Rajoy explicó que, si resulta vencedor en los próximos comicios, no restringirá «ninguno de los derechos» que establece la ley porque la discrepancia radica en el uso de dicho término.
Las manifestaciones del líder populares recibieron ayer la primera respuesta desde el bando socialista a través del secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las oenegés, Pedro Zerolo. Éste afirmó que el presidente el PP «demuestra una vez más que es un peligro para los derechos ciudadanos reconocidos por el Gobierno socialista».
De forma paralela, el PSOE, a través de una nota, le emplaza a aclarar su postura ante un tema «tan sensible e importante» como el del matrimonio homosexual, sobre el que un día opina una cosa y, al día siguiente, la contraria, según los socialistas.
Explicaciones
Por otra parte, el presidente del PP defendió ayer el llamado 'contrato de integración' para inmigrantes que propone en su programa electoral como la forma de evitar «la creación de guetos, de países dentro de nuestro país». El candidato del partido opositor subrayó que, si llega a La Moncloa tras las elecciones del 9-M, todo extranjero que solicite un permiso de residencia deberá asumir por escrito el compromiso de integrarse si quiere disfrutar de los mismos derechos que los españoles.
Rajoy hizo estas reflexiones en el municipio madrileño de Alcalá de Henares, en el acto oficial de presentación del programa de su partido para las generales. Un programa que invitó a todos los simpatizantes del PP presentes en el acto a «debatir» y «explicar» a los españoles desde ahora mismo. Sin embargo, el documento no fue distribuido en el mitin, y fuentes del PP explicaron que ni siquiera ha sido impreso aún.
Técnica de la avestruz
En su discurso ante varios miles de simpatizantes, el líder de los populares acusó a Zapatero de practicar ante la inmigración «la política del avestruz», que consiste en «agachar la cabeza bajo el ala» y simular que «aquí no pasa nada». Cree Rajoy que la inmigración es «un problema real», y que negarlo es la mejor táctica para que todo vaya «a peor». Antes de explicar su propuesta, dejó claro que ayudará a quien quiera ganarse la vida en España, pero insistió en que «la inmigración debe ser legal y ordenada».
Rajoy fue vitoreado por los asistentes cuando abogó por «luchar con contundencia» contra la inmigración ilegal y «expulsar a los extranjeros que cometan delitos. «Yo no le daré la nacionalidad a persona alguna que haya cometido delitos en España», recalcó. Su política, dijo, consistirá en hacer «el mayor esfuerzo de que sea capaz para que se produzca una verdadera integración», como «se hace con éxito en la mayor parte de Europa», explicó sin citar ningún país.
Me parece ya el colmo, a parte de hacer una campaña racista y basada en crispación, ahora piensa negarles este derecho a las personas que tanto han luchado por el.