Lo cierto es que ha llegado un punto en el que ya no hay nada que me sorpenda o me haga ilusión en la vida, es como si a mis 26 años ya lo hubiese visto todo (supongo que internet y las RRSS tienen gran parte de la culpa). Nada me satisface y cuando consigo algo que me propongo, no lo disfruto. No se ni como explicarme, pero lo voy a intentar.
Primer ejemplo: yo estudié un doble grado y ahora estoy trabajando en el mundillo del M&A (fusiones y adquisiciones corporativas), el cual es el nicho de mercado al que quería dedicarme cuando estudiaba porque según me decían se ganaba dinero y demás. Pues bien, llevo trabajando 9 meses en el sector y ahora que estoy dentro me parece un trabajo normalito, monótono y no muy entretenido, además que es un chupavidas del copón. Y viendo el mundo laboral me he dado cuenta de que esta lleno de comerabos y de envidiosos.
Segundo ejemplo: cuando estaba en la universidad tuve alguna novia y bueno, soy guapete, tampoco tenía grandes dificultades en conocer chicas, pero mi objetivo era conocer una chica que me gustase y poder formar una familia. El caso es que hace año y pico la conocí, es una chica mona, bondadosa, trabajadora, humilde... (de verdad), y bueno, de hecho ha dejado su ciudad para venirse a vivir conmigo y con mis padres, con el objetivo de que en un futuro nos podamos independizar ella y yo, ya que ambos trabajamos. ¿Cual es el problema? Que el futuro que me espera tampoco me motiva: cuarenton hipotecado hasta las trancas con dos hijos tabajando 10 horas al día para intentar salir adelante.
Miro a mi alrededor y como que ningún futuro posible para mi persona me satisface, ya que solo hay tres salidas: estar soltero, tener pareja y no tener hijos y tener pareja e hijos. Las dos primeras te permiten tener una economía más desahogada pero una vida mas vacía (en mi opinión) y la última te da una vida con un "propósito" pero a coste de vivir midiendo gastos y dejándote la salud criando a los hijos. Si tengo que elegir, elegiré la tercera opción, pero tampoco es que me den mucha envidia las parejas de cuarentones que cuentan la vida de sus hijos para intentar llenar su puto vacío existencial mientras llegan con dificultades a final de mes, pero bueno, supongo que acabaré siendo uno de estos.
En resumen, que me pongo metas y cuando las consigo no estoy contento por ello. La vida me parece una broma cósmica, como un videojuego, puedes pillarte la clase de soltero trotamundos, la clase de casado hipotecado (probablemente sea mi main character) y otras clases, pero ninguna de ellas me llama especialmente la atención. Nada me sorpende o motiva en demasía. Es que ni siquiera me sorprenden los millonarios, os lo juro, a mi me regalan 10 millones de euros y me alegro, pero tampoco me haría ultra feliz. Vale, me compro una casa, me compro dos coches guapos y dejo de trabajar. ¿Y luego que? ¿Me dedico a viajar por el mundo? ¿Colecciono coches? ¿Compro empresas o casas? Bah, te acabas aburriendo, esta realidad finita y material siempre acaba aburriendo.
Gracias por leerme.