Uno a veces, sólo a veces, se da cuenta de la cantidad de factores que influyen en nuestra vida... El azar, el destino, los amigos, la familia, las parejas, nuestras decisiones diarias y nuestras elecciones trascendentales. Nunca sabemos que nos deparará el futuro. A veces creemos que no nos importa. Cosas tan triviales... Un café con tu mejor amiga, un porrito con el colega de toda la vida, unas cartas con los amigotes, esa mirada fugaz y seductora al otro lado de la barra, un beso de ternura en la mejilla... Y siento estremecerme...
Días lluviosos... Ese aire helador... El frío de la noche cae como un manto... Y la vida sigue... El tiempo pasa... Nuestros recuerdos... De anhelos... De rabia... De dolor... De alegría... Toda una vida...
¿Realmente manejamos nuestras vidas? ¿Somos plenamente conscientes de las decisiones que tomamos y en cómo repercutirán en el futuro?
Demasiadas preguntas... Demasiado complicado... Imposible... Nos desborda...
A veces es tan bonito y tan triste mirar hacia el pasado o el futuro...