Habia veces, en casa, que Richard tenia uno de sus arrebatos y rompia cosas y , después, se encerraba en su despacho. Merrick iba a hablarle, le pedia que se tranquilizara, "relájate, por favor, papá", En esos episodios, Richard le explicaba como cosa normal: Ya sabes que si... si mato a tu mamá, si pasa algo y se muere, tendre q mataros a todos. No puedo dejar testigos."
- Sí, papá. Ya lo sé, papá -decía ella.
Con todo lo extraño y terrible que era decir una cosa asi a una niña, Richard intentaba hacer saber a Merrick por adelantado, por consideración hacia ella, lo que podia suceder. Quería que entendiera que si hacia una cosa asi sera... por amor. Solo por amor.
Queria demasiado a Barbara.
Queria demasiado a sus hijos.
Aquel era el problema. La única manera en que podria superar su pérdida era si mataba a Barbara sin querer, era matarlos. En esencia, aquel era el modo en que Richard habia resuelto sus problemas desde niño. Matando, probema resuelto. Richard tenia gran capacidad para confinar su dolor y su agitacion emocional. Era como dos personas distintas que no se conocieran la una a la otra, como dos desconocidos en un mismo cuerpo.
- Pero a ti, Merrick... A ti será a la que mas me constara matar ¿ Lo entiendes ?
- Si, papá -decia ella, y lo entendía y lo aceptaba de buena gana. Sabia que era su favorita, y aquello significaba mucho mas para ella.
Extracto sacado de "El hombre de Hielo" de Philip Carlo
Bueno amigos, vengo hablaros de un hombre. Quizás uno de los asesinos mas sanguinaros de todos los tiempos. un hombre que confesó haber cometido mas de 100 asesinatos.
¿ Por que os hablo de el? Porque me acabo de terminar un libro escrito por Philip Carlo, en el que relata su biografia a partir de más de 150 entrevistas hechas por el mismo Philip a Richard Kuklinski mientras cumplia varias cadenas perpetuas en la prision de Trenton ( New Jersey)
Richard Kuklinski y Philip Carlo
Algunos datos sobre su vida.
Richard fallecio fallecio el 6 de marzo de 2006 , en prision .
Padre de familia, soldado de la mafia y, sobre todo, 'killer' eficiente: incluso los Gambino, sus jefes, temían las reacciones del matarife y se hacían cruces con un tipo que acumulaba muescas hasta batir cifras récord.
En un documental que permitió realizar a la cadena HBO sobre su vida, cuando llevaba un lustro en prisión, declaró que, en su caso, "el asesinato era vocacional". Mataba por placer. Nunca dejaba testigos. Incluso los criminales que lo acompañaban durante sus correrías sudaban hielo. Cualquiera podía incorporarse a la lista negra.
Kuklinski nació en 1935 en la ciudad de Jersey en 1935. Su padre, alcohólico, solía pegarle con frecuencia. Su hermano mayor fue sentenciado a cadena perpetua tras violar a una niña de 12 años, a la que arrojó después al vacío desde una torre, junto con su perro.
Durante su adolescencia, Kuklinski se deleitaba torturando animales. Uno de sus pasatiempos consistía en arrojar gatos vivos al horno familiar. Con 14 años liquidó a otro muchacho de más o menos su misma edad para "proteger su territorio", como él declararía posteriormente. Fue su primer asesinato.
En 1960 conoció a Bárbara, su futura esposa, con la que tendría tres hijas. Su trabajo en la industria del cine, donde traficaba con pornografía que revendía a los Gambino, le introdujo en los círculos mafiosos. En breve, fue contratado para cobrar deudas. Su nombre circulaba por las calles como un viento de muerte.
A las ordenes de Roy DeMeo, psicópata y matón prominente, perfeccionó los métodos de trabajo. La clave para ganarse al mafioso consistió en matar a un hombre elegido al azar. La víctima paseaba a su perro por la calle y Kuklinski actuó sin dudarlo un instante. Roy DeMeo estaba impresionado: el chico "prometía".
Durante casi 20 años, los dos hombres lideraron un grupo al que se le atribuyen más de 100 asesinatos. Kuklinski cobraba 50.000 dólares por encargo. En palabras de su esposa, "nuestra vida era la típica de una familia americana".
Vida familiar
Compraron una casa lujosa y en ella organizaban barbacoas. Aunque la relación con su esposa fue cualquier cosa menos idílica. Trató de ahogarla con una almohada, la amenazó con una pistola, estuvo a punto de atropellarla, pero ella siempre achacaba estos sucesos al estrés que padecía su esposo y terminaba perdonando sus excesos.
Kuklinski alcanzó un enorme grado de sofisticación en el empleo de cianuro para matar a muchas de sus víctimas. Lo hacía con un inhalador nasal que empleó, por primera vez, con un viandante como conejillo de indias. El hombre murió en 15 segundos. "Lo importante es sorprender a tu objetivo y aplicar la solución en su rostro. Así, todo el mundo creerá que ha sufrido un infarto". Aparte del cianuro, cualquier instrumento le servía para sus fines, desde un picahielos a un mazo.
A Kuklinski le apodaban 'Iceman' (Hombre de hielo) por otro de sus experimentos. Mantuvo dos años congelado el cuerpo de una víctima. Durante meses usó como cámara frigorífica el camión de los helados de Pongray. Quería averiguar si, gracias al frío, lograría confundir a los investigadores. Cuando la policía encontró el cuerpo, creyó que había fallecido tan solo 24 horas antes. Sin embargo, durante la autopsia, los forenses hallaron restos de hielo. Aunque erró por poco —unas horas más hubieran bastado para que se derritiera del todo— Kuklinski se regocijaba porque había coronado su currículum con un nombre rotundo. Poco después se deshizo de Pongray.
Cuando le atraparon, en 1986, su familia sufrió un colapso. Jamás había sospechado del respetable marido y prominente hombre de negocios. Kuklinski no sólo no negó los cargos —en principio cinco asesinatos—, sino que añadió varias decenas. Sin eufemismos, demostraba un ego de proporciones superlativas.
En 1992, Tom Shales, del 'Washington Post', prometió en una columna realizar un estudio de su psicología. Tras visionar el documental de la HBO se retractó: "A veces es mejor no penetrar en ciertas mentes".
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/03/23/obituarios/1143076809.html
El libro
El hombre de hielo : Confesiones de un asesino a sueldo de la mafia.
Asesino destcado de la mafia, padre amoroso, buen vecino
Durante más de cuarenta años, Richard Kuklinski, «el Hombre de Hielo», vivió una doble vida que superó con creces lo que se puede ver en Los Soprano. Aunque se había convertido en uno de los asesinos profesionales más temibles de la historia de los Estados Unidos, no dejaba de invitar a sus vecinos a alegres barbacoas en un barrio residencial de Nueva Jersey. Richard Kuklinski participó, bajo las órdenes de Sammy Gravano, «el Toro», en la ejecución de Paul Castellano en el restaurante Sparks. John Gotti lo contrató para que matara a un vecino suyo que había atropellado a su hijo accidentalmente. También desempeñó un papel activo en la muerte de Jimmy Hoffa. Kuklinski cobraba un suplemento cuando le encargaban que hiciera sufrir a sus víctimas. Realizaba este sádico trabajo con dedicación y con fría eficiencia, sin dejar descontentos a sus clientes jamás. Según sus propios cálculos, mató a más de doscientas personas, y se enorgullecía de su astucia y de la variedad y contundencia de las técnicas que empleaba. Además, Kuklinski viajó para matar por los Estados Unidos y en otras partes del mundo, como Europa y América del Sur. Mientras tanto, se casó y tuvo tres hijos, a los que envió a una escuela católica. Su hija padecía una enfermedad por la que tenía que estar ingresada con frecuencia en hospitales infantiles, donde el padre se ganó una buena reputación por su dedicación como padre y por el cariño y las atenciones que prestaba a los demás niños. El hogar de los Kuklinski se bañaba de luz todas las navidades, y los veranos eran una socesion de barbacoas y de fiestas en el jardin y en la piscina de su casa, a las que acudian muchos vecinos del barrio. Su familia no sospechó nada jamás.
Algunas declaraciones :
Mi marido es un buen hombre, un hombre amable,m un padre estupendo. Todos los amigos de mis hiojs repiten siempre que les gustaria tener n padre como mi marido, como Richard .
Señora Barbara Kuklinski, el dia de la detencion de Richard
Ahora que han pasado tantos años, todavia se me revuelve el estomago y me tiemblan las manos cuando pienso en el. Pero quier a mi padre ¡Lo quiero mucho! Nada de eso fue culpa suya (...) Mi padre se caso con quien no debia.
Merrici Kuklinski, hija mayor de Richard
Es responsable de mas de doscientos asesinatos... quero decir, responsable de cometerlos en persona. Es un monstruo; ese tipo vivia para matar
Dominick Polifrone, agente infiltrado de la AFT
Jamás haria daño a una mujer ni a un niño. No me sale de dentro
Richard Kuklinski
Los mataba a golpes para hacer ejercicio
Richard Kuklinski
Mataba con armas de fuego, veneno, bates de beisbol, cuchillos, estrangulando, con los puños, con picos, con huelo, destornilladores, granadas de mano, e incluso por el fuego. No habiamos visto nunca a nadie como el. La verdad, ni siquiera habiamos oido hablar de nadie como el
Bob Carroll, fiscal general adjunto de Nueva Jersey
No siento nada por ninguno. Nada. Se lo tenian merecido, y yo lo hacia. Las unicas personas por las que tuve algun sentimiento de verdad fueron mi familia. Por los otros, nada. a veces me pregunto por que soy asi, por que no siento nada por dentro (...) Ojala pudiera decirmelo alguien, siento curiosidad
Richard Kuklinski
Espero que os haya parecido interesante y que a algunos les haya animado a hacerse con su biografia, xq cuenta muchisimos mas detalles.