Iba con unos amigos a pasar unos días en Italia, visitábamos a otro colega que estaba de Erasmus en la ciudad de Bari. Fue en la segunda noche de allí cuando la conocí, nos fuimos con amigos de clase de mi colega, que a su vez se iban con otros amigos y al ser una ciudad pequeña casi todos los españoles se conocen entre sí, aunque sean de otras carreras, por lo que había buen rollo en general.
Al principio me fije en ella como en cualquier otra chica mona que te llama la atención (y en Italia os aseguro que hay MILES), si bien hicimos cierto contacto visual, no fue hasta que entramos en la discoteca cuando realmente supe que esta chica podría gustarme de verdad.
Ella se encontraba hablando con uno y yo rondaba por ahí, cerca con uno de mis colegas.
Al final, sin saber como, nos quedamos hablando ella y yo solos. Más tarde me daría cuenta que fue gracias a mi amigo, que le dio palique al otro, ya que los hombres pueden ser muy amigables, pero normalmente no buscan la conversación de un chico desconocido en una discoteca. Buena técnica.
Mientras hablábamos teníamos la vista fija el uno en el otro (esa mirada felina e inocente de ella…) y tardé en darme cuenta de que pasaba su mano por mi cuerpo de la forma más sutil que cabría imaginar (no era de una forma sexual, si no cariñosa o incontrolada).
Podía ver algo diferente en ella, por la alegría que desprendía y lo graciosa que me parecía.
Tras hablar un rato y conocernos un poco (muy poco), bailamos un ratillo y volví con mis amigos. Esa noche no la volví a ver, pero contaba con volver a salir con toda el grupo de Erasmus.
Así llego la última noche, y me enteré de que ella y su grupito no podrían salir, solo irían a una cena en casa de un amigo. Me jodió porque yo no soy alguien que “trabaje rápido” a la hora de hacerme a una chica pero aun así, mis colegas y yo fuimos en cuanto pudimos a la casa para luego salir de fiesta con los que se quedasen.
Cuando llegamos ya todos se estaban preparando para ir.
Una vez en la casa nos vimos, nos miramos y ella me dijo, un poco tímidamente (no me lo pareció la discoteca), “hola” a lo que correspondí con el saludo e inicié conversación con temas raíz del día que estuvimos hablando.
No quería perder el poco tiempo que me quedaba pero no sabía muy bien que hacer. Pude ver que me miraba y según mis amigos ella me buscaba y siempre se ponía en frente de mí cuando estábamos en grupo.
Hablando con ella me dijo lo que ya sabía, que no podría salir por un viaje que tenía de madrugada, esto con una amiga al lado, por lo que yo mostré mi descontento con ellas al ser mi última noche.
Más tarde, estando ya en la calle, pensé en decirla algo cómo “es probable que no nos volvamos a ver más ¿Cómo te hace sentir eso?” rollo cachondeándome. Cual fue mi sorpresa cuando ella me dijo “no me eches de menos esta noche”. Reaccioné sonriendo diciéndola que lo intentaría y que si no había alguna posibilidad de convencerla para que saliera, no es que no se me ocurriera otra cosa, pero ya se estaban yendo y tenía que mostrarme interesado en ella. Por supuesto, no pudo ser.
Su amiga al lado me dijo que ya nos veríamos o no y yo dije eso espero xD. Nos dimos dos besos y adiós. Mientras nos separamos la miré y me miró. Giré la cabeza y esa es la última imagen que tengo de ella.
Sabía que ya no la vería en ese viaje, pero no es lo mismo saber eso, que cuando te das realmente cuenta (volviéndote a España) de que te estas yendo. Por lo que me plantee si tenía que haberla pedido el móvil. En principio, no lo hice por dos razones: 1) aunque el interés estuviera ahí, no había hablado tanto con ella el día de la discoteca, no os creáis; 2) tampoco estaba seguro de quererlo porque no era alguien que quisiera conocer a través de Facebook o Whatsapp, parecía alguien digna de conocer a través de vivencias reales y ella, aparte de estar en Italia, es de una ciudad diferente de la mía en Spain.
Simplemente me jodió enormemente no ser yo el que estuviera de Erasmus para salir cada noche a la aventura de conocerla; y que esa misma noche no pudiera salir.
Ha sido un viaje de puta madre pero no sabía que la espinita de que no pasase nada me iba a joder/durar tanto, es una sensación que te reconcome por lo que podría haber sido.