Bueno, despues de mi relato en #9633 y viendo que hablais de bodas, me animo a contaros otra historia que vivi unas 2 semanas despues de dicha fiesta.
Resulta que una amiga polaca me había invitado unas semanas antes a la boda de un familiar suyo, y yo, por supuesto, acepté ir de acompañante. Qué mejor manera de conocer una cultura que asistir a una de sus bodas.
Para meteros en situación, os diré que las bodas polacas suelen durar 2 días, durante los cuales se beben unas cantidades absurdas de vodka.
Estas bodas no se parecen en nada a sus homonimas españolas. Aquí, cada hora o así, la banda empieza a tocar música y todo el mundo se levanta para bailar 3 o 4 canciones, para luego sentarse y seguir comiendo (y bebiendo).
Total, llegué yo a un pueblecito cuyo nombre no soy capaz de escribir o pronunciar, a 1 hora en autobus de Cracovia. Después de la ceremonia en la iglesia, me metí en un coche con los padres de la chica, rumbo al salón de bodas.
Cuando llegué alli nos asignarón una mesa (lo típico) y me dí cuenta de que siendo el único no polaco de la boda, la comunicación se iba a hacer cuesta arriba.
Despues de los primeros bailes y las primeras botellas vacias, empecé a congeniar con la gente de mi misma mesa. Mis dotes de mimo y con la ayuda de mi acompañante (y del alcohol) eran de bastante ayuda.
Mi intencion principal, por supuesto, era disfrutar de una experiencia nueva. Cuántos buenos momentos he podido desaprovechar en mi juventud por culpa de la pereza o de la verguenza... No me lo quiero ni imaginar.
La noche avanza y yo me empiezo a poner hasta el culo. Beber mientras comes te da un puntillo completamente diferente. La gente empieza a acercarse a mi mesa, curiosos, al ver el alboroto, las risas y los brindis que se están montando alrededor de un extranjero.
Como punto en contra de los polacos, tengo que decir que son gente bastante sosa. Está claro que hay casos y casos, pero les falta esa chispa que solo los españoles tenemos.
Cuando echaba un vistazo a las demás mesas, las caras eran prácticamente de aburrimiento, incluidas las mesas en las que solo habia gente joven. En la mia habia una pareja esperando a un hijo, otra pareja de unos 35 y otra pareja con un niño de unos siete u ocho años, ademas de mi amiga y yo.
El momento cumbre de la noche fue cuando, sin saber cómo y mas pedo que alfredo, me encuentro tumbado en el suelo, haciendo un circulo junto a otros polacos con la cara roja por el exceso de vodka, rodeados por todo el publico de la boda.
A la que me quiero dar cuenta, he cojido la pajarita que ha lanzado el novio. Sin comerlo ni beberlo (juejjj) una chica igual o mas borracha que yo empieza a "bailar" conmigo dando vueltas al estilo de la maquina de fuerza centrifuga para las pruebas de la NASA. Por lo, visto ella era la que había cogido el ramo de la novia.
Llegados a este punto mi única preocupacion era no salir volando y estrellarme contra alguna de las cámaras que estaban grabando nuestro gracil baile.
Según terminamos nuestro baile, o más bien dicho, el suyo, que yo ya no sabía ni donde estaba, el lider de la banda empieza a hablar por el micro. Parece que es el momento de presentar al extranjero. Me pregunta mi nombre, se lo digo, y al él ser incapaz de pronunciarlo varias veces, me empieza a vacilar en polaco. Me armé de valor, cegado, quizás, por el alcohol, y me subí al escenario para coger su microfono en una escena tal que así:
Yo - What is YOUR name?
Músico - Pawel.
Yo - Well, Pawel, fuck you!
La sala entera estalló en risas y el llamado Pawel tampoco podia dejar de reirse. Cinco minutos mas tarde seguia subido en el escenario, cantando una canción junto a la banda, para despues tomarme unos chupitos más con ellos (se bebían el chupito y lo bajaban con coca cola y café, asqueroso).
A partir de aquí ya no me acuerdo de mucho más. El novio se me acercó, curisoso, y acabo diciendome trabalenguas en español (lol), la novia mas de lo mismo. Varias chicas se me acercaron a preguntarme que si mi acompañante era mi novia.
El citado Pawel me hizo prometer que le llamaría por teléfono y me regaló un disco firmado por él, por lo visto es un cantante con cierta fama por Polonia.
Al segundo día vino a saludarme el salón entero y me dedicaron una canción.
Y parece que estoy invitado a varias bodas más jajaja.
Con todo esto lo que quiero decir es que... La seducción no sirve sólo para seducir mujeres.
Utilizadla en vuestro día a día y vuestra vida se convertirá en algo bastante más interesante.