Salt prohíbe construir mezquitas tras las presiones de la xenófoba PxC
El Ayuntamiento de Salt ha aprobado suspender durante un año la concesión de licencias para construir y abrir centros de culto en el polígono de Torremirona, la única zona del municipio en la que es posible hacerlo. La iniciativa, presentada por el alcalde de CIU Jaume Torramadé, ha recibido el apoyo de los dos concejales dimitidos de la xenófoba Plataforma per Catalunya (PxC), Carles Bonet y Juana Martínez, y del edil del PP, Felipe Gil.
El pleno se ha celebrado entre un importante operativo policial y ha estado precedido de momentos de tensión. El líder de PxC, Josep Anglada, se ha encarado con un grupo de indignados y varios inmigrantes que le han reprochado las campañas xenófobas que su partido lleva a cabo en Salt para frenar la construcción de una nueva mezquita.
En las inmediaciones del Ayuntamiento se han concentrado poco antes de la hora del pleno, las ocho de la tarde, partidarios de PxC y una decena de indignados que, junto con un grupo de inmigrantes, han desplegado una pancarta con el lema: "Fuera racistas del pueblo de Salt". La llegada del líder de PxC, Josep Anglada, ha generado el momento de más tensión. La policía, que ha custodiado la entrada al consistorio, le ha denegado la entrada porque el pleno estaba lleno. Anglada ha insistido desafiante en que quería entrar y se ha quedado en la puerta.
El grupo que se estaba manifestando fuera ha comenzado a increparle e insultarle y el líder de PxC, que había anunciado su asistencia al pleno, ha tenido que ser escoltado por los Mossos d’Esquadra para entrar al edificio, aunque finalmente Anglada no ha podido asistir al pleno como público.
La votación del pleno suspende por un año la concesión de nuevas licencias de construcción o apertura de centros de culto en el municipio. Esta suspensión, sin embargo, pasará probablemente a ser definitiva, ya que el Gobierno catalán ha anunciado su intención de modificar la Ley de Centros de Culto aprobada por el tripartito catalán que obliga a los Ayuntamientos a reservar suelo para centros de culto.
La medida entierra definitivamente las aspiraciones de una comunidad evangélica —la Holy Ghost Fellowship International— de construir un templo en Salt y cualquier otro centro de culto, excepto el que promueven las entidades musulmanas Al Hilal y Magrebins perla Pau. Estas dos asociaciones compraron a principios de año unos terrenos de 900 metros cuadrados en el polígono de Torremirona y obtuvieron un certificado de compatibilidad urbanística, que tiene vigencia de seis meses y caduca este septiembre.
Si las dos entidades, que han pedido financiación al Gobierno de Marruecos, logran presentar el proyecto en las próximas tres semanas, este aun podría salir adelante, ya que la decisión del pleno no revoca los derechos adquiridos. Pero cualquier retraso también acabaría definitivamente con la posibilidad de construir la nueva mezquita. Salt, cuyos habitantes musulmanes tampoco pueden practicar su religión en las zonas residenciales del municipio porque sus características —apretados edificios levantados hace medio siglo— no cumplen la normativa.
El anterior gobierno, dirigido por la exalcaldesa del PSC Iolanda Pineda decidió, tras negociar con las comunidades religiosas de Salt y en cumplimiento de la Ley de Centros de Culto de la Generalitat, vetar los usos religiosos en el centro de Salt y permitir que se pudiesen construir centros de culto en Torremirona, un polígono industrial separado del núcleo urbano por una autovía.
El veto del Gobierno local de CiU llega precisamente tras semanas de presiones de PxC contra la nueva mezquita.
El partido xenófobo vive estos días una grave crisis en Salt, que le ha llevado a perder dos de los tres concejales. Joana Martínez, la número 3, decidió abandonar el partido tras recibir presiones porque su novio es camerunés. Y el portavoz, Carles Bonet, dimitió por divergencias con el partido y porque sale con un hombre de origen dominicano.
http://politica.elpais.com/politica/2011/08/24/actualidad/1314216568_327854.html
Es bastante preocupante el hecho de que unos sinvergüenzas de la talla de PxC decidan que un individuo no pueda costear con su dinero una nueva mezquita o cualquier otro edificio para rezar al Dios que sea. Además, esta nueva normativa, como no podía ser de otra manera gracias a nuestro sistema, ha sido aprobada sin que los ciudadanos de Salt puedan decidir. Nada nuevo, ¿no? Pero sí que es preocupante, eso no me lo podéis negar.
Ahora vendrá hasta el apuntador a justificar esta medida, supongo. Las prohibiciones, cuando no nos afectan, suelen gustarnos. Yo, como no era comunista, ni socialdemócrata ni judío... Pues eso.